dic 2020

La exposición terraforming de Michael Najjar (Galería Juan Silió, Santander, España, 17 Agosto – 4 Octubre, 2019), revela cómo los efectos del cambio climático y los avances tecnológicos transforman el paisaje planetario. A través de sus fotografías, el artista traza un relato futurista viable del entorno humano.

Desde la primera convención que abordó temas sobre medio ambiente en la década del 70 hasta la actualidad,  el ser humano comprobó los resultados concretos que su actividad económica genera sobre el planeta.

Las últimas conclusiones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) son categóricas: “En la tierra, en el aire y en los océanos el calentamiento global es inequívoco”.

Esas alteraciones son registradas por Michael Najjar (Alemania, 1966). Con un lenguaje abstracto, la serie outer space reflexiona sobre la capacidad de transformación del medio por parte del ser humano.

Los encuadres del artista hacen foco en las texturas, esos relieves conformados por materia que fundan el espacio habitable, aquel donde se desarrolla el ecosistema de los seres vivos.

Sin embargo, el color también forma parte importante de su imaginario visual y crea ambientes futuristas, donde se contrasta el entorno natural y los paisajes post-naturales.

Najjar indaga sobre la existencia humana y su relación con lo más básico de la permanencia de la especie en la Tierra: la subsistencia. Pero lo hace exponiendo ese desarrollo en el contexto de un sistema planetario.

Según el artista “podríamos necesitar transformar nuestro planeta vecino Marte en un entorno habitable, precisamente, porque estamos transformando nuestro planeta habitable en un inhabitable”.

Hoy se vive en “un tecno-sistema que funciona cooperativamente con la humanidad y el sistema natural del planeta”, asegura el autor, donde el agua es un elemento clave, resalta.

En ese sentido, la obra de Najjar evidencia el valor de este elemento en el proceso de terraformación, según el cual un entorno hostil, como un planeta que es demasiado frío, caliente o con una atmósfera irrespirable, puede ser alterado para hacerlo adecuado para la vida humana.

Un proceso así –como el que expone el artista a través de sus imágenes– no debe ser entendido como un simple escenario futurista, sino como una representación precisa de lo que está ocurriendo en la Tierra con el proceso de cambio atmosférico ocasionado por las emisiones CO2.

Hoy se vive en “un tecno-sistema que funciona cooperativamente con la humanidad y el sistema natural del planeta”, asegura el autor, donde el agua es un elemento clave, resalta.

En ese sentido, la obra de Najjar evidencia el valor de este elemento en el proceso de terraformación, según el cual un entorno hostil, como un planeta que es demasiado frío, caliente o con una atmósfera irrespirable, puede ser alterado para hacerlo adecuado para la vida humana.

Un proceso así –como el que expone el artista a través de sus imágenes– no debe ser entendido como un simple escenario futurista, sino como una representación precisa de lo que está ocurriendo en la Tierra con el proceso de cambio atmosférico ocasionado por las emisiones CO2.