Hablar del Bosque de Arabuko Sokoke impone hablar de los imponentes bosques de Kenya, país que presenta, en sus 580.000 km2, una enorme biodiversidad y multiplicidad de ecosistemas, con una flora y fauna extraordinaria que le otorgan una singular belleza.
El Bosque de Arabuko Sokoke, un bosque virgen de casi 400 kms2, que se extiende hasta el río Sabaki, está situado al norte de Mombasa y cercano de las bellísimas playas de Watamu. Ocupa la región desde el norte de Kilifi hasta Gede, al sur de Malindi, extendiéndose hacia el interior hasta Jilore.
El bosque preserva el paisaje que, en otro tiempo, debió cubrir toda la franja paralela al litoral. Esta joya de la naturaleza está considerada el segundo bosque más importante de África para la conservación de aves, y se encuentra bajo estudio para su calificación como Patrimonio de la Humanidad.
En 1977 fue definida como Reserva Forestal, y en 1991 se le otorgó a una pequeña parte el carácter de Parque Nacional, a fin de proteger dos raras especies de mamíferos al borde de la extinción: el duiker de Ader y la musaraña elefante de trompa dorada, así como seis especies de aves.
La población nativa pedía en la década del ’90 que el bosque fuera abierto a la explotación agrícola y maderera (96%) y parte de ella reclamaba su total desaparición.(54%). Las iniciativas emprendidas desde entonces han convertido al bosque de Arabuko Sokoke en un ejemplo resplandeciente de desarrollo sostenible, que conjuga el sostenimiento y desarrollo económico de dichas comunidades con la conservación del bosque primigenio.
Una de esas iniciativas fue el desarrollo de una exitosa granja de mariposas de Kipepeo, que ha conseguido levantar la economía doméstica de la región. Ya en el 2000 el 84% de la población local apoyaba la conservación del bosque.
Dos atractivos singulares pueden convocar a los viajeros: el avistamiento de manadas de elefantes que lo habitan y la visita a las ruinas de Gedi, una próspera ciudad africana del siglo XIII, que fue abandonada por motivos desconocidos y que hoy permanece escondida en lo profundo del bosque.