Una propuesta de “turismo verde”

ABR 2020

En el primer capítulo de esta serie dedicada a los bosques más bellos del Planeta, señalábamos la lucidez del Vizconde de Chateaubriand cuando, en pleno siglo XIX, anticipaba las consecuencias ambientales de nuestro modelo económico actual: “los bosques se adelantan a las civilizaciones. Los desiertos las siguen”.

Aquellos bosques que fueron el más potente vínculo de los hombres con la naturaleza, por ser su fuente de alimentos y refugio, han sido en los últimos 200 años depredados por nuestra codicia y hoy luchan por sobrevivir.

En las últimas décadas se han hecho cada vez más visibles las consecuencias de esa depredación y descubrimos que los maravillosos recursos que el Planeta puso en nuestras manos, no son inagotables. Pueden desaparecer y nosotros con ellos.

Ese descubrimiento le ha abierto la puerta a una conciencia global, cada vez más consistente y lúcida, de la urgente necesidad de recuperar una relación armónica con nuestro entorno.

Los bosques vuelven a erigirse nuevamente como verdaderos “santuarios” y a despertar en nosotros aquel sobrecogimiento religioso que explica su deificación en los cultos primitivos.

Por eso, Más Azul propone, en esta serie de tres notas, la aventura de conocer algunos de los fascinantes bosques que albergan cada uno de los continentes: lugares para sobrecogernos y permitirnos retornar a la contemplación de una naturaleza que es “nuestra maravillosa casa común”. 

EUROPA

Parque Nacional de los lagos de Plitvice (Croacia)

Plitvice, con 33.000 hectáreas –de las cuales 22.000 son bosques– ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979. Está en la región de Lika, en el centro del país y posee una veintena de lagos interconectados con caminos de madera, para contemplar más de 90 cascadas y un denso bosque de hayas, que conforman un paisaje espectacular y multicolor.

El agua va desplegando una paleta de colores entre una vegetación de especial belleza, la roca caliza y los innumerables saltos.

La visita se realiza a pie a través de senderos y puentes de madera pero los lagos más grandes pueden recorrerse en silenciosas barcas para no alterar el sobrecogedor sonido de las cascadas. El parque fue propuesto en 2011 como una de las siete maravillas naturales del mundo.

Asia

Parque Nacional de Erawan (Tailandia)

El Parque Nacional de Erawan es un área natural protegida de la provincia de Kanchanaburi, en el centro oeste del país. Fue creado en 1975, como el 12° parque del país, con una superficie de unos 550 kms2. Ubicada en el distrito de Si Sawat, en la cordillera Tenasserim Hills, la atracción principal del parque son las famosísimas Cataratas Erawan de siete niveles con estanques de color verde esmeralda. 

Erawan lleva el nombre del elefante blanco de tres cabezas de la mitología hindú, porque el nivel superior de las cataratas se asemeja a una cabeza de elefante.  En el parque hay además una serie de impresionantes cuevas, de singular belleza, algunas de las cuales se internan muy profundo en su territorio.

El 80% del parque está compuesto de bosques mixtos caducifolios y en el faldeo de las montañas, de bosques de dipterocarpos, una especie de árbol de grandes dimensiones y bellísimas flores. Penetrar en Erewan es adentrarse en un paraíso de bosques y murmullos de agua, provenientes de los innumerables  arroyos que aprovechan lo escarpado del terreno, que va desde los 165 a los casi 1.000 metros de altura.

De los siete parques nacionales de Kanchanburi, el de Erawan es sin duda el más espectacular, tapizado de árboles que en otoño mudan el color de sus hojas del verde al oro. En medio de la espesura del bosque, está la cascada Erawan que vuelca sus aguas en un lago esmeralda, mientras numerosas aves, monos y ardillas voladoras, reinan en este idílico rincón de Tailandia.

AMERICA

Parque Nacional de las Secuoyas (California, EEUU)

No hay mejor forma de definir una caminata entre Secuoyas, que decir que “caminamos entre gigantes”. El Parque Nacional de las Secuoyas está en el sur de Sierra Nevada, en California. Fue creado en 1890, después del Parque Nacional Yellowstone, con una extensión de 1.789 km² .

Alberga el famoso bosque de secuoyas gigantes (sequoiadendron giganteum), que incluye el árbol más grande del mundo conocido como General Sherman–, que llama la atención de los visitantes por su espectacularidad, con 84 mts. de alto y 11 mts. de diámetro.

Las Secuoyas son la característica predominante de este bosque, junto con el monte Whitney, de 4.418 mts., la mayor cumbre de EEUU fuera del territorio de Alaska. Caminar entre estos ejemplares colosales tiene un componente mágico inolvidable y nos muestra el enorme poder de la naturaleza.

Otro atractivo turístico es la cueva Crystal, descubierta en 1918, una puerta hacia el fondo de la Tierra de fascinantes galerías de estalactitas brillantes y mármol pulido, que está abierta a caminatas guiadas desde mediados de mayo hasta noviembre. También tienen interés en el Parque el cañón del río Kern.

AFRICA

Bosque de Arabuko Sokoke (Kenya)

Hablar del Bosque de Arabuko Sokoke impone hablar de los imponentes bosques de Kenya, país que presenta, en sus 580.000 km2, una enorme biodiversidad y multiplicidad de ecosistemas, con una flora y fauna extraordinaria que le otorgan una singular belleza.

El Bosque de Arabuko Sokoke, un bosque virgen de casi 400 kms2, que se extiende hasta el río Sabaki, está situado al norte de Mombasa y cercano de las bellísimas playas de Watamu. Ocupa la región desde el norte de Kilifi hasta Gede, al sur de Malindi, extendiéndose hacia el interior hasta Jilore.

El bosque preserva el paisaje que, en otro tiempo, debió cubrir toda la franja paralela al litoral. Esta joya de la naturaleza está considerada el segundo bosque más importante de África para la conservación de aves, y se encuentra bajo estudio para su calificación como Patrimonio de la Humanidad.

En 1977 fue definida como Reserva Forestal, y en 1991 se le otorgó a una pequeña parte el carácter de Parque Nacional, a fin de proteger dos raras especies de mamíferos al borde de la extinción: el duiker de Ader y la musaraña elefante de trompa dorada, así como seis especies de aves.

La población nativa pedía en la década del ’90 que el bosque fuera abierto a la explotación agrícola y maderera (96%) y parte de ella reclamaba su total desaparición.(54%). Las iniciativas emprendidas desde entonces han convertido al bosque de Arabuko Sokoke en un ejemplo resplandeciente de desarrollo sostenible, que conjuga el sostenimiento y desarrollo económico de dichas comunidades con la conservación del bosque primigenio.

Una de esas iniciativas fue el desarrollo de una exitosa granja de mariposas de Kipepeo, que ha conseguido levantar la economía doméstica de la región. Ya en el 2000 el 84% de la población local apoyaba la conservación del bosque.

Dos atractivos singulares pueden convocar a los viajeros: el avistamiento de manadas de elefantes que lo habitan y la visita a las ruinas de Gedi, una próspera ciudad africana del siglo XIII, que fue abandonada por motivos desconocidos y que hoy permanece escondida en lo profundo del bosque.