Recibió el Premio Gulbenkian de 1 millón de euros

7 Ago 2020

No cabe duda que a sus 17 años, Greta Thunberg se ha convertido en un fenómeno global y en un apasionante testimonio de compromiso planetario, que ha prendido en jóvenes de todo el mundo. Ese es su enorme aporte, que ha merecido a finales de julio, el Premio Gulbenkian, dotado de un millón de euros.

La joven sueca fue elegida entre 136 nominados (79 organizaciones y 57 personalidades) de 46 países. Jorge Sampaio, presidente del Gran Jurado que otorgó el Premio, explica los motivos del amplio consenso que lo definió: “La forma en que Greta Thunberg logró movilizar a las generaciones más jóvenes para la causa del clima y su lucha tenaz para cambiar un status quo que insiste en persistir, la convierten en una de las figuras más destacadas de la actualidad”.

Premiada por “su lucha tenaz para cambiar un status quo que insiste en persistir”

Para Sampaio le corresponde a Greta “la enorme responsabilidad de consolidar su papel de pedagogía y liderazgo en la lucha contra el cambio climático como condición para el desarrollo sostenible, a lo que el premio de este Premio tiene la intención de contribuir”. 

Compuesto por personalidades científicas, tecnológicas, políticas y culturales de renombre, en su resolución el jurado destacó el lado carismático e inspirador de Thunberg y la fuerza de su mensaje, singular e incómodo, capaz de despertar sentimientos opuestos, así como su capacidad para marcar la diferencia en la lucha contra el cambio climático.

Greta declaró tras el premio: Me siento increíblemente honrada y extremadamente agradecida. Es más dinero del que yo me puedo imaginar y al estar en un estado de emergencia climática, mi fundación hará llegar lo más rápido posible todo el dinero para ayudar en la primera línea de acción”.

“Estamos experimentando una emergencia –señaló Greta– y lo antes posible, se donarán los primeros 100.000 euros a la campaña SOS Amazonia’, de los ‘Viernes para el futuro-Brasil’, que lucha contra Covid-19 en el Amazonas, y otros 100.000 a la Fundación Stop Ecocide que está trabajando que está trabajando para hacer del ecocidio un crimen internacional”.

La primera es una campaña de crowdfunding de Fridays for Future Brazil que busca combatir el coronavirus, comprar suministros médicos y ofrecer servicios de telemedicina a los residentes del Amazonía brasileña, y la segunda, busca juzgar en la Corte Penal Internacional a las personas responsables de la destrucción a gran escala de recursos naturales del Planeta.

Greta Thunberg ve reconocido su extraordinario testimonio: “Vamos a destinarlo todo para hacer el bien en el mundo”. Su intención es privilegiar en este momento a aquellos que enfrentan los peores impactos de esta crisis, particularmente en el sur global.

"Mi asperger me ayuda a no creer en mentiras"

Ya en el Día Internacional de la Madre Tierra, el 22 de abril de 2020 pasado, Greta Thunberg había recibido el Premio Human Act por sus valientes y decididos esfuerzos para movilizar a millones de personas en todo el mundo para luchar contra el cambio climático.

A través de su Fundación, el premio de 100.000 dólares, lo donó a UNICEF para poner en marcha la campaña de financiación “Vamos a mover a la humanidad para los niños en la lucha contra el coronavirus”. A su actitud se sumó la Ong danesa Human Act, con otros 100.000 dólares adicionales completando u$s 200.000 para respaldará el trabajo de UNICEF con niños y jóvenes afectados por el coronavirus.

Isabel Mota, presidenta de la Fundación Calouste Gulbenkian, considera que “con la concesión de este premio, la Fundación subraya su compromiso con la urgencia de la acción climática, contribuyendo a una sociedad más resiliente y preparada para los cambios globales, protegiendo en particular los más vulnerables”.

Hoy el cambio climático ya no es motivo de interés sino de preocupación. Greta ha representado esa creciente inquietud y malestar que recorre las sociedades en todo el mundo por el rumbo que está tomando el calentamiento global.

Las redes sociales reflejan a diario la preocupación por la inactividad e inoperancia de una clase política, atrapada en una trama de intereses económicos que les impide frenar los estragos que soporta el Planeta. Casi 16 millones de personas en todo el mundo siguen a Greta a través de esas redes.

La pandemia ha sido un detonante más para que el mundo tome conciencia de que el cambio climático empieza a pasar facturas cada vez más severas. Ante la triste respuesta de políticos que subsidian a las petroleras y a empresas altamente contaminantes –con dinero público– bajo el pretexto de la crisis sanitaria, el activismo climático se refugia en la acción de los organismos internacionales, de las Ongs y medios de prensa y en los miles de voluntarios sin los cuales esa acción no sería posible.

El creciente impacto global que Greta ha logrado, se asienta en gran medida, en sus discursos directos y desafiantes, que no solo movilizan a ciento de miles de jóvenes sino que ponen en guardia a los políticos y empresarios que se resisten a entender que –como dice Greta– “el cambio está llegando, les guste o no”.

Quienes la critican por exigir ¡acciones YA!, a veces con palabras y gestos desmesurados, parecen olvidar dos cosas: su propia adolescencia y la dramática situación en la que nos encontramos. Se requiere mucho coraje para a su edad, pararse frente a los líderes mundiales y acusarlos de omisión y traición frente al cambio climático.

Por otra parte, ante la pregunta de por qué intentaba atemorizar con sus discursos en lugar de ofrecer soluciones –consulta que le trasladó Justin Rowlatt de la BBC– Greta fue muy clara: “Nuestra responsabilidad como adolescentes es exigir que otros asuman su responsabilidad y hagan algo. Exigir soluciones, no proveerlas“.

Hacer ambas cosas es la tarea que nos hemos planteado como ideario en Más Azul. Pertenece al mundo de los adultos, de sus responsabilidades. La de los adolescentes es exigir esas soluciones, mientras ellos se preparan para el futuro, que es su responsabilidad de hoy.

Junto a Leonardo Di Caprio, otro luchador en favor del Planeta.

Esa firmeza de Greta y su capacidad de emocionar a una audiencia planetaria es un valor que merece todos los elogios. Desde su nacimiento, Más Azul destacó la importancia del compromiso de Greta Tintín Thunberg al punto de dedicarle una sección de nuestra revista (Ver n° 1, oct.2019, “Porqué Greta”).

Allí recordábamos que su segundo nombre es ‘Tintín’, como el célebre personaje de historietas del belga Hergé, que era un jovencísimo reportero, capaz de las mayores hazañas por defender causas justas.

Tintín no sólo fue el protagonista de una de las más influyentes historietas del siglo XX con más de 200 millones de ediciones, películas, series de televisión, libros, sino que su imagen quedó estampada como homenaje en monedas belgas y francesas. Su influencia en la época fue tal que el propio general de Gaulle le confesó a Andre Malraux: “Básicamente, ya sabes, ¡mi único rival internacional es Tintín!”. Y Greta se llama Tintín…

Como homenaje a su labor, merecidamente premiada, Más Azul le recuerda a sus lectores diez de las frases con que Greta Tintín ha buscado despertar conciencias y dar su batalla:

1. “Nuestra casa está en llamas. Estoy acá para decirles que nuestro hogar está ardiendo… Nuestros padres discuten sobre el final de ‘Game of Thrones’ mientras el planeta se quema”.

2. “No son lo suficientemente maduros para decir las cosas como son. Incluso esa carga nos la dejan a nosotros, los niños… Los líderes mundiales se están comportando como niños, así que nos toca a nosotros ser los adultos de la casa”.

3. “No podemos esperar a que gente como yo crezca y seamos los que estemos a cargo de todo; hay que actuar ahora… Cuando yo pueda ser política, ya será tarde para actuar”.

4. “He dejado de viajar en avión por convicción, porque no quiero decir una cosa y actuar de otra manera. Me parece increíble que las personas que están aquí para hablar del cambio climático lleguen en jets privados”.

5. “Nos estamos enfrentando a la sexta extinción masiva y el ritmo de extinción es 10.000 veces más rápido de lo normal… La mayoría de la gente es buena (…) simplemente no se da cuenta de la gravedad de la situación”.

6. “Nuestra civilización está siendo sacrificada para que otros tengan la oportunidad de hacer grandes sumas de dinero (…) Ustedes dicen que aman a sus hijos por encima de todo, pero les están robando su futuro ante sus propios ojos”.

7. “La gente está sufriendo. La gente se está muriendo. Ecosistemas enteros están colapsando… Estamos en el comienzo de una extinción masiva. Y de lo único que pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas de crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven?”.

8. “Ustedes solo hablan del crecimiento económico verde y eterno, porque tienen demasiado miedo de no ser populares. Solo hablan sobre seguir adelante con las mismas malas ideas que nos metieron en este desastre, incluso cuando lo único sensato que pueden hacer es poner el freno de emergencia (…) Pero a mí no me importa ser popular. Me preocupo por la justicia climática y por el planeta”.

9. “Necesitamos mantener los combustibles fósiles en el suelo y debemos centrarnos en la equidad. Y si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema en sí mismo”.

10. “No hemos venido aquí a rogar a los líderes mundiales que se preocupen. Nos han ignorado en el pasado y nos volverán a ignorar. Nos hemos quedado sin excusas y nos estamos quedando sin tiempo. Hemos venido aquí para hacerles saber que el cambio está llegando, les guste o no. El verdadero poder pertenece a la gente”.

Greta merecía este premio y muchos más…