Sir Fred Hoyle fue un prestigioso cosmólogo, que dirigió durante años el Instituto de Astronomía de Cambridge y autor de la teoría de la ‘Panspermia’ que afirma que la vida no surgió en la Tierra sino que llegó a nuestro planeta a bordo de cometas que pudieron, por tanto, dispersar el mismo tipo de vida por diferentes mundos.
En 1948, predijo que cuando pudiéramos tener las primeras imágenes de la Tierra desde el espacio, ellas cambiarían para siempre la concepción que los humanos tenemos de nuestro planeta. Y fue exactamente como Hoyle lo anticipó.
Hasta entonces, el hombre actuó como dueño y señor de todo, inmerso en la diminuta realidad de una bolita o canica azul, girando en la inmensidad de un universo formidable.
Contemplar la Tierra desde el espacio marcó para siempre –como predijo Hoyle– la historia de la humanidad. Significó no solo un cambio en la visión del mundo que habitamos sino un especial recordatorio del diminuto lugar que ocupamos en el Universo.
Para algunos ha sido una cura de humildad, para otros un motor para trabajar en el cuidado de “nuestra casa común”. Lamentablemente todavía hay otros que prefieren seguir inmersos en la burbuja del penoso mundo de sus intereses, sin advertir el hogar que compartimos.
Aunque contemplar la Tierra desde el espacio ha sido y sigue siendo el privilegio de unos pocos, algunos han querido compartir con el resto de los humanos aquel primer místico deslumbramiento.
Hoy hemos seleccionado algunas imágenes del planeta azul –“nuestra casa común”– para recordar quienes somos, la belleza de nuestro mundo y, a la vez, su fragilidad en medio de la inmensidad del Universo.