Un mágico recordatorio del lugar que ocupamos en el Universo

14 Ago 2020

Sir Fred Hoyle fue un prestigioso cosmólogo, que dirigió durante años el Instituto de Astronomía de Cambridge y autor de la teoría de la ‘Panspermia’ que afirma que la vida no surgió en la Tierra sino que llegó a nuestro planeta a bordo de cometas que pudieron, por tanto,  dispersar el mismo tipo de vida por diferentes mundos.

En 1948, predijo que cuando pudiéramos tener las primeras imágenes de la Tierra desde el espacio, ellas cambiarían para siempre la concepción que los humanos tenemos de nuestro planeta. Y fue exactamente como Hoyle lo anticipó.

Hasta entonces, el hombre actuó como dueño y señor de todo, inmerso en la diminuta realidad de una bolita o canica azul, girando en la inmensidad de un universo formidable.

Contemplar la Tierra desde el espacio marcó para siempre –como predijo Hoyle– la historia de la humanidad. Significó no solo un cambio en la visión del mundo que habitamos sino un especial recordatorio del diminuto lugar que ocupamos en el Universo.

Para algunos ha sido una cura de humildad, para otros un motor para trabajar en el cuidado de “nuestra casa común”. Lamentablemente todavía hay otros que prefieren seguir inmersos en la burbuja del penoso mundo de sus intereses, sin advertir el hogar que compartimos.

Aunque contemplar la Tierra desde el espacio ha sido y sigue siendo el privilegio de unos pocos, algunos han querido compartir con el resto de los humanos aquel primer místico deslumbramiento.

Hoy hemos seleccionado algunas imágenes del planeta azul “nuestra casa común”– para recordar quienes somos, la belleza de nuestro mundo y, a la vez, su fragilidad en medio de la inmensidad del Universo.

Solo una frágil esfera azul flotando en la inmensidad del espacio – NASA.

“Todos ustedes en la Tierra” fue la frase con la que el astronauta William Anders testimonió el cambio de concepción del mundo que significaba esta imagen del 24 de diciembre de 1968, tomada por él a bordo del Apolo 8.

Es probablemente, la fotografía más simbólica para la especie humana, un ícono para los movimientos ambientalistas de todo el mundo, donde la Tierra se aprecia en su resplandeciente color azul.

La historia de esta imagen es curiosa. Tres días después del despegue de la misión que llevaba como tripulantes a Frank Borman, Jim Lovell y Bill Anders –los primeros humanos en abandonar la  gravedad terrestre y orbitar la Luna– sobrevolaron su lado oscuro durante 20 horas. 

Durante los primeros tres giros, la nave estuvo de espaldas a la Tierra y recién al cuarto, Borman pudo orientarla hacia la Tierra y entonces pudieron deslumbrase al contemplar el planeta azul en todo su esplendor desde el espacio.

Anders hizo la icónica foto en la víspera de la Navidad (que curiosamente es sinónimo de “Nacimiento”) y la bautizó El amanecer de la Tierra (The Earthrise), mostrando esa bellísima burbuja azul emergiendo de la oscuridad del espacio sobre un paisaje lunar iluminado por el Sol.

Dos curiosidades: Gherman Titov, cosmonauta soviético, podría ser considerado el primer humano en ver la Tierra desde el espacio ya que el 6 de agosto de 1961, a bordo de la Vostok2, capturó imágenes parciales de nuestro planeta desde la estratosfera, a unos 300 kilómetros de altitud. Y en 1947, desde un misil balístico V-2, requisado a los nazis por EEUU, se obtuvieron las primeras fotografías en blanco y negro de nuestro Planeta desde el espacio, que recién se conocieron en la década de los ‘80.

“The Blue Marble”, la canica o bolita azul -NASA.

Esta fotografía bautizada como “The Blue Marble”, la canica o bolita azul, es la primera vista completa de la Tierra. Fue tomada el 7 de diciembre de 1972 por la tripulación del Apolo 17. El hallazgo fue que, por su ángulo de visión, la Tierra quedó completamente iluminada por el Sol. 

Una Tierra solitaria en medio de un inmenso Universo por descubrir.

Miles de millones de galaxias, cada una con millones o miles de millones de estrellas. El Universo es increíblemente grande. Si una nave viajara a la velocidad de la luz (300.000 kms. por segundo), tardaría 100.000 años sólo en cruzar nuestra Vía Láctea.

Nadie conoce el tamaño exacto del Universo, porque somos incapaces de ver el borde, si es que lo tiene. El límite visible desde la Tierra está a 46.500 millones de años luz, en todas las direcciones. Es decir, un diámetro de 93.000 millones de años luz (un año luz es la distancia que la luz recorre en un año, por lo tanto, unos 9,46 billones de kms).

El Universo no ha sido siempre del mismo tamaño. Algunos científicos creen que se inició con un Big Bang,  hace unos 14.000 millones de años, una teoría cuestionada por Fred Hoyle. Desde entonces, se ha estado expandiendo a gran velocidad. La zona de espacio que hoy vemos es miles de millones de veces más grande que cuando el Universo era muy joven.

Las galaxias también se alejan entre sí a medida que se expande el espacio entre ellas. El espacio entre las estrellas y las galaxias está lleno de radiación (luz y calor), campos magnéticos y partículas de alta energía (como los rayos cósmicos) y en gran parte, vacío.

Esa inmensidad es sobrecogedora y sin embargo, es solo la parte del Universo que hasta ahora hemos podido ver.

Según un descubrimiento de 2019 la luna orbita dentro de la atmosfera de la tierra - NASA.

A principios de 2019 se dio a conocer el estudio de un grupo de científicos del Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia, encabezado por Ígor Baliukin, que –gracias a datos recopilados entre 1996 y 1998 por el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO) de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA)– reveló que la atmósfera de la Tierra se extiende mucho más allá de lo que se creía y que alcanzaría en realidad a unos  630.000 kilómetros.

Hasta ahora se consideraba que su límite exterior estaba a unos 200.000 kilómetros desde la Tierra, que es  la distancia en la que la presión de la radiación solar anula la gravedad. El límite real se pudo detectar con precisión gracias a los sensores de un instrumento del satélite SWAN.

El hallazgo implica dos conclusiones: la Luna –situada a una distancia promedio de 384.400 kilómetros– no está fuera de su atmósfera, sino en medio y desde el punto de vista estrictamente técnico, el hombre nunca abandonó la atmósfera de la Tierra. Toda una sorpresa!!!

A 43 millones de kilómetros de casa.

Cuando la NASA envió la sonda espacial Parker Solar Probe con la misión de estudiar el comportamiento del Sol, se tomaron fotografías del planeta Tierra desde 43 millones de kilómetros de distancia. La sonda Parker es la nave espacial más veloz jamás construida. Según las previsiones de la NASA, va a alcanzar una velocidad punta de 700.000 kilómetros por hora, en el momento en que se encuentre rodeando el Sol. Ello  equivale a recorrer en los 11.000 kms entre Tokyo y Nueva York en un minuto.

El mes pasado la sonda –que estará operativa hasta el 2025– concluyó su tercer vuelo sobre Venus.

Las fotos del astronauta Scott Kelly

En marzo de 2016, después de 340 días en la estación Espacial Internacional y más de 5.000 órbitas alrededor de la Tierra, el astronauta estadounidense Scott Kelly junto con el cosmonauta ruso Mikhail Korniyenko regresaron de su misión. 

Kelly aprovechó su estadía a 400 kilómetros sobre la superficie terrestre, para tomar cientos de fotografías de nuestro planeta. Su trabajo lo compartió generosamente en las redes sociales y terminó plasmándolo en un libro “Infinit Wonder”, publicado a fines de 2018, de una extraordinaria belleza, que les compartimos.

Amaneciendo sobre el Planeta Tierra. Foto tomada por el astronauta Scott Kelly para su libro “Infinit Wonder”.
Conocida como el ojo de África, la estructura de Richat es una cúpula geológica en el límite oeste del Sáhara, erosionada durante millones de años. Foto: Scott Kelly-NASA.
Una alfombra sobre Oriente Medio: Otra visión desde el espacio. Foto: Scott Kelly - NASA.

Sobre esta fotografía del Oriente Medio, Kelly tuiteó desde la Estación Espacial: “Pedazos de esmeralda, ámbar y azul purpúreo entretejidos sobre Oriente Medio como una alfombra de colores”.

A New Blue Marble. Foto: Scott Kelly - NASA.

Scott Kelly también percibió a la Tierra como una canica o bolita, rodando frágil por el espacio. Su conmovedora imagen de “nuestra casa” fue retuiteada por el entonces presidente Obama de la Casa Blanca el 20 de julio de 2015.

La portada del excepcional libro de Scott Kelly, tras casi un año en el espacio.
La primera imagen de la Tierra desde el planeta rojo. Foto NASA.

Se trata de otra foto histórica: la primera imagen de la Tierra desde Marte. Fue tomada por el satélite Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA, el 3 de octubre de 2007. Allí se ven la Tierra y la Luna fotografiadas el planeta rojo. En el momento de capturar la imagen, la Tierra se encontraba a 142 millones de kilómetros.

El estuario del río Betsiboka en Madagascar, fotografiado desde la Estación Espacial. Foto R. Arnold-NASA.

Una extraordinaria imagen del estuario del río Betsiboka en Madagascar, fotografiado por el astronauta Ricky Arnold desde la Estación Espacial Internacional, el 11 julio 2018. Mientras la Estación Espacial Internacional sobrevolaba la región, Arnold capturó esta fotografía de un paisaje en el corazón de Madagascar, donde se observa el drenaje del Estuario en el mar, debido a la destrucción de las selvas tropicales y los manglares costeros. 

El estuario del río Betsiboka en Madagascar, fotografiado desde la Estación Espacial. Foto R. Arnold-NASA.

Carl Sagan escribió: “nuestro planeta es un solitario grano de polvo en la gran penumbra cósmica que todo lo envuelve”. Necesitaremos algo más para entender el lugar que ocupamos en el Universo y comprender que tenemos un ‘hogar’ maravilloso que cuidar? O seguiremos destruyendo nuestra casa como si hubiera otra en alguna parte?

La Tierra navega el espacio con dificultades, según la NASA. El deshielo de los polos altera su rotación y se ‘bambolea’.

Azul, fértil, amable, ‘nuestra casa’ navega por el espacio con dificultades. Según la NASA, la rotación de la Tierra sobre su propio eje es ahora menos estable debido a “una sobrecarga lateral” al aumentar el deshielo de los polos.

Debido al recalentamiento global, causado en parte por la acción humana, la capa de hielo de Groenlandia se ha derretido en un peso equivalente 7,500 gigatoneladas (gigatones) que han ido a parar al océano, afectando la estabilidad de la rotación de la Tierra y que la hacen “bambolearse”.

Según una investigación del Laboratorio JPL de la NASA, el desplazamiento de esa masa es uno de los factores importantes que afectan la estabilidad de la rotación de la Tierra.