Cambiar la forma del universo
1 oct 2020
Laura R. Martínez
Directora Adjunta
“Hay que tener caos y frenesí en el interior para dar a luz una estrella danzarina.”
Friedrich Nietzsche
Ramiro López Crespo disfruta el caos como medio para reordenar las formas del universo. Sus imágenes –basadas en diferentes técnicas– remiten al surrealismo en lo desconcertante pero también imprimen humor y belleza poética.
“Cualquier idea nace de la tensión propia que existe entre la calma y el vértigo”, asegura Ramiro López Crespo (Argentina, 1968), quien desarrolló su trabajo artístico entre los vaivenes propios de la moda y la publicidad, entre las ciudades de Madrid y Buenos Aires.
Con una mirada cargada de ironía trabaja series de obras fotográficas directas y collages. Donde evidencia que el medio es parte del mensaje caótico que representa la realidad.
Sus imágenes con tintes surrealistas, se sobreponen a la poesía y a lo onírico, dos factores que según López Crespo son los más poderosos que existen para transformar cualquier contexto.
También se confiesa un voraz consumidor de arte. Y en esas palabras expone su manera de concebir el proceso creativo: “una cierta violencia que se desata sobre un mar sereno”. Para el autor, esa destreza transforma la mirada, convirtiéndose en el intermedio ideal para cambiar el universo del espectador tal como lo conoce.
Pero se trata de un proceso azaroso, dice López Crespo. La práctica artística demanda “caos y frenesí”, algo que el artista disfruta y plasma en sus piezas, especialmente en el collage.
“Me atraen las tensiones, así como esa cierta cualidad onírica que tiene la fotografía”, afirma. La fotografía –disciplina en la que se formó y trabaja– devino de manera natural en su herramienta narrativa principal, a las que sumó el collage y el stencil, entre otras.
Un rostro al que se le sobrepone un bosque, un velero que surca el mar al límite de un cierre, un ojo asomado a la boca de un túnel, son algunos de los juegos visuales que propone para interpelar al observador.
Para el autor, lo natural es que el arte genere una emoción. En esa búsqueda arremete con todos los recursos necesarios y posibles, dando lugar a repensar la relación entre los diferentes elementos de la naturaleza.
Confesiones
En estos tiempos de incertidumbre en que el miedo parece teñirlo todo, el arte se revela como un antídoto contra la desesperación. La propia y la ajena. Me confieso artista, pero sobre todo un voraz consumidor de arte; es de las pocas cosas que me conmueven profundamente, que me dan sosiego y me revuelven al mismo tiempo y en lo más hondo.
Concibo el arte visual como un poema o un sueño. Ambos transforman la mirada que tenemos de la realidad con unos pocos trazos y sugieren mucho más que aquello que muestran y –si hay suerte– en ese proceso, nos transforman.
Dylan Thomas decía: “Un buen poema es una contribución a la realidad. El mundo nunca es el mismo una vez que un buen poema se ha añadido a la misma. Un buen poema ayuda a cambiar la forma del universo, ayuda a extender el conocimiento de cada uno y del mundo que lo rodea.”
Pensar en las imágenes que produzco y arriesgar una suerte de síntesis, se me antoja más difícil que cualquier imagen que haya acometido. Normalmente el proceso de trabajo nace de una idea, una suerte de boceto mental que anida un tiempo en mi cabeza antes de decidirse a bajar.
Esa idea previa suele jugar con la tensión existente entre dos emociones: la calma y el vértigo, la incertidumbre y el sosiego, cierta violencia que se despliega ante un mar sereno.
Me atraen esas tensiones, así como una cierta cualidad onírica que con la fotografía (disciplina en la que me formé y trabajé) no alcanzaba a desarrollar completamente. La fotografía devino de manera natural en una herramienta narrativa más del abanico expresivo, al que se sumaron el collage, el stencil y otras, producto de la necesidad de expresarme más libremente.
El camino que elijo así como las imágenes de las que me sirvo para componer la imagen final, son un atajo para poner de manifiesto esas contradicciones, esas tensiones de las que hablaba antes y finalmente, generar una emoción en aquel que las observa.
Ojalá les suceda.
Trayectoria
Formado en Fotografía en el Centro de Estudio Visuales (CEV), de Madrid, Escuela Superior de Comunicación, Imagen y Sonido (1987-89) y en Fotografía Creativa en la Escuela de Fotografía Creativa de Buenos Aires, realizó estudios de Post Producción Audiovisual en la Universidad Nacional de Lanús, (Buenos Aires, Argentina, 1995-1998).
Con estudio propio en Buenos Aires (1995-2002) y en Madrid (2002-2013), ha desarrollado inicialmente su trabajo profesional en el ámbito de la moda y la publicidad, actividad en la que trabajó por más de dos décadas para las más importantes marcas internacionales. Tuvo a su cargo la realización integral de campañas (creatividad, diseño y fotografía) para las revistas Rolling Stone y Cinemanía de Madrid.
Fue Director de la agencia de prensa Globe International Report en Madrid, España (1988-1990).
En el ámbito académico fue Profesor asistente de “Narrativa de la Imagen”, en la Licenciatura de Audiovisión (1995-2002), Universidad Nacional de Lanús, Buenos Aires, Argentina.
Entre 2015 y 2019 participó en diferentes exposiciones multidisciplinares en Ciudad de Buenos Aires y en distintas ciudades de la Provincia de Buenos Aires (Olivos, Tigre, etc).
En 2015 y 2016 desarrolló el Proyecto “Desde el margen” en colaboración con el estudio de arquitectura Monoblock que se expuso en el Museo Nacional de Bellas Artes durante la presentación del libro Aguas Arriba. El trabajo consistió en fotografías de gran formato de 20 cms de alto x 100 cms de largo.
En el mismo período expuso en formato audiovisual en el Museo Quinquela Martín y posteriormente en Fundación Proa. (https://vimeo.com/294679785)
Actualmente, López Crespo trabaja en una serie titulada “London calling”.
Contacto: Insta: @rami_lopez_crespo