Un joven británico de 21 años factura un millón de dólares al mes rescatando lo que otros tiran

10 sep 2022

Se llama James Eid, es británico, tiene 21 años y es fundador de la empresa Earth & Wheat. Hasta aquí la historia repetida de cualquier joven emprendedor. Pero lo de James va mucho más allá. Él transforma lo que para otros es basura o desechos en un exitoso negocio de un millón de dólares mensuales, recuperando comida y por tanto, aportando un doble beneficio para el Planeta: más comida a menos precio y menos desperdicio de alimentos y recursos.

James tiene una preocupación real por los problemas ambientales y el enorme desperdicio mundial de alimentos.

Estudiante de Administración de Empresas en la Universidad de Lancaster, su vida desde pequeño está vinculada a la producción de alimentos: “Vengo de una familia apasionada por la comida. Soy panadero de cuarta generación y he crecido horneando pan. Empecé a hornear a una edad muy temprana, y ahora me he unido al negocio familiar”.

La empresa familiar Signature Flatbreads fue iniciada por su abuelo Samir Eid en 1984, partió de una pequeña panadería familiar especializada en panes planos (naans, pitas, chapatis, tortillas, etc) para transformarse en 40 años en una empresa líder mundial en la producción de pan plano, con panaderías de última generación en el Reino Unido y la India.

Como toda su familia, James ha estado involucrado en la producción del pan. Desde muy pequeño ya sabía cómo se horneaban las galletas y los distintos tipos de panes y tortillas, que su familia fabricaba y sigue yendo cada día a la empresa: “Me despierto alrededor de las 6 am. y disfruto de un café solo con mi desayuno (que generalmente incluye un delicioso pan recién hecho) mientras escucho las noticias. Después de haber revisado los correos electrónicos de la mañana, corro a la panadería familiar y comienzo mi día alrededor de las 7:30 am”.

La moderna e innovadora maquinaria actual de esta panadería británica detecta y separa de forma automática las unidades que salen con algún error (muy pequeñas, demasiado grandes, algo rotas o con defectos de forma). A James siempre le sorprendía y alarmaba aquel desperdicio de alimentos.

Pero fue recién en 2020, durante la pandemia de Covid-19, que tuvo la revolucionaria idea de hacer de ese desperdicio de productos que no cumplían con el formato convencional, un sensacional negocio económico y ecológico.

James vende por suscripción una caja de pan con defectos de forma a menor precio y entregada a domicilio.

James tiene una preocupación real por las problemáticas ambientales y el enorme desperdicio de alimentos que existe en el mundo. Fue durante la eclosión de la pandemia que decidió que era posible protagonizar un cambio y puso en marcha su emprendimiento.

“Estuve involucrado desde muy joven en la producción de alimentos y era realmente angustioso ver todo ese desperdicio. Te acostumbras, te aclimatas a ver tanto desperdicio, pero si das un paso atrás y lo miras, es devastador. Y es algo que podemos detener”, cuenta entusiasmado.

“Desde entonces mi misión en este momento es minimizar el desperdicio de alimentos en el punto de producción, por lo que gran parte de mi enfoque y atención se asignan a Earth & Wheat, especialmente durante esta primera etapa”.

Earth & Wheat se lanzó como una suscripción a una caja de pan, que se vende a menor precio y es entregada a domicilio del cliente: “Es la primera suscripción a una caja de pan ‘torcido’ del Reino Unido, que evita que los panes torcidos (poco atractivos) y producidos en exceso se desperdicien y los entrega frescos directamente a las puertas de los consumidores y a menor precio”.

Pero de sus inicios panaderos en base al desperdicio de la fábrica familiar James amplió el servicio de suscripción de pan y productos horneados buscando panaderías independientes del Reino Unido con las que asociarse para ayudar a redistribuir los productos excedentes.

En las primeras 12 semanas desde su lanzamiento, logró crear una base de clientes con más de 10 000 pedidos procesados y redistribuir más de 40 toneladas de excedentes de pan que, de otro modo, se habrían tirado a la basura debido a su tamaño, apariencia o sobreproducción. Y el negocio parece expandirse de una manera excepcional: “A medida que nuevas panaderías se unan al servicio, la gama de Earth & Wheat se ampliará. Siempre había sido el plan que una vez que Earth & Wheat tuviera una base de clientes establecida, impulsaríamos e incorporaríamos otras panaderías en todo el Reino Unido y me complace ver que ya estamos en esta etapa emocionante”.

James cree que su plataforma de distribución de excedentes de pan ofrece a las panaderías una solución práctica para reducir el desperdicio de alimentos y mejorar sus resultados: “Earth & Wheat se esfuerza por reducir el desperdicio de alimentos en este país y al incorporar nuevas panaderías para rescatar sus desperdicios podemos marcar una diferencia real: distribuir pan que de otro modo se tiraría. Nuestra solución es rentable para nuestros socios y una opción mucho mejor para el medio ambiente”.

Para alcanzar ese logro invirtió en el desarrollo de software con logística integrada: “Buscamos asociarnos con panaderías ambientalmente conscientes, interesadas en reducir el desperdicio de alimentos y convertir esa pérdida en ganancias. Vemos que proporciona una forma eficiente y optimizada de rescatar pan de las panaderías de todo el Reino Unido, entregándolo a nuestra comunidad de Earth & Wheat”.

Su empresa de aprovechamiento de los desechos alimenticios factura un millón de dólares por mes.

El éxito ha sido tal, que recientemente James decidió ir por más y amplió su horizonte de limitar los desperdicios de alimentos a las verduras. Su “Caja de verduras torcidas” que también ha tenido una fenomenal aceptación: “Quería cambiar las percepciones de las personas sobre cómo vemos los alimentos como un todo por el bien de nuestro Planeta, informando a las personas que la comida rara no es algo que debamos descartar o tirar directamente a la basura”. (Ver Más Azul n°26, nov 2021 “El irracional desperdicio de alimentos”; n° 5 feb 2020, “Desperdicio de comida un billón de dólares a la basura”)

En la caja de verduras se incluye todo tipo de vegetales que se rescatan directamente de granjas en todo el Reino Unido. Zanahorias, tomates, morrones, papas, chiles, cebollas, brócolis, etc. cuyo destino era la basura.

Empecé con pan torcido y luego galletas partidas, y ahora Earth & Wheat se ha trasladado a las verduras, ya que queremos evitar que los productos vegetales no deseados se arrojen de nuevo a los campos o se envíen a los vertederos porque ¡ninguna buena comida debería desperdiciarse!”, asegura James. “Su sabor es igual que la comida normal, solo que no tiene la forma perfecta y puede que no sea del tamaño exacto que estamos acostumbrados a ver en las tiendas, ¡pero sigue siendo fresco y delicioso!”.

Su emprendimiento de aprovechamiento de los desechos alimenticios factura un millón de dólares por mes, pero eso no lo aparta de sus objetivos: “Cuando termina mi jornada de trabajo, me voy a casa, me pongo al día con los correos electrónicos y me meto en mis estudios universitarios. Como joven emprendedor, me estoy acostumbrando a trasnochar y dormir poco, pero disfruto mucho de este viaje y me divierte mucho trabajar para hacerlo crecer”.

El joven emprendedor destaca que un 16% del desperdicio de alimentos está en el punto de producción, y que la conciencia ambiental sobre esos recursos es imperiosa: menos de la mitad de las panaderías del Reino Unido tienen un plan de reducción del desperdicio de alimentos (Inv. Too Good To Go). Por eso es destacable este tipo de iniciativas que tienen como objetivo preservar los ecosistemas y la sostenibilidad de los recursos.

“Como individuos, podemos tomar medidas para ayudar al Planeta –plantea James–, una es ésta, rescatando alimentos deformes y evitando que se desperdicien uniéndonos a la lucha contra el desperdicio de alimentos como hace Earth & Wheat”.

Ahora sueña con desarrollar otros negocios sustentables y expandir sus objetivos internacionalmente para llevar su mensaje a todos los rincones: “Creemos que hacerlo es maravilloso”.