15 jul 2022

Una ola de calor extremo recorre Europa occidental este mes y está afectando en especial a la península ibérica, las islas Baleares y Canarias, así como a Portugal, Francia, Reino Unido, Bélgica y Países Bajos.

Olas de calor e incendios forestales arrasan Europa Occidental por efecto del cambio climático.

En la primera semana, la ola de calor provocó solo en España dejó 360 muertos, con un pico máximo de 123 decesos en un solo día. Y en Portugal fallecieron 238 personas. En ambos casos, la mayoría son ancianos con condiciones precarias de salud.

Tras la advertencia de la Agencia Estatal de Meteorología española (AEMET) sobre el peligro de las temperaturas máximas absolutas en muchas regiones del país, el gobierno activó el aviso de riesgo extremo.

Por primera vez en su historia, el Reino Unido decretó alerta roja debido a la ola de calor. Las autoridades alertaron que las temperaturas ascenderían a 40° por primera vez, superando el récord de 38,5 grados, la máxima hasta ahora El renunciado primer ministro Boris Johnson convocó al gabinete ante la emergencia climática. Es la primera vez que el servicio meteorológico de Reino Unido (Met) emite una alerta roja, lo que indica la preocupación reinante.

Paul Davies, director del Met admitió estar “realmente preocupado” por el ascenso de las temperaturas: “Hay una buena posibilidad de que lleguemos a los 40 o 41°C y con ello todas las condiciones para la salud que se producen por las altas temperaturas”.

“Los 41°C no están descartados –afirma Penelope Endersby, directora ejecutiva del Met– e incluso  tenemos en el modelo algunos picos de 43°, pero esperamos que no llegar tan alto”.

Francia y Alemania también declararon alerta máxima por la ola de calor. En Francia, 15 departamentos están en máxima alerta y otros 51 departamentos estaban bajo vigilancia naranja por las altas temperaturas, mientras se multiplican los incendios forestales, en especial en los pinares de la Gironde, donde los bomberos luchan para contener los incendios de pinares en el suroeste del país.

En los municipios de La Teste de Buch y Landiras, las llamas han devastado 14.000 hectáreas de bosque en menos de una semana y prosiguen su marcha arrasadora. En Landiras quedaron calcinadas 9.800 hectáreas en 48 kms2 y en La Teste de Buch, ardieron 4.200 hectáreas 28 kms2.

Las autoridades en el suroeste de Francia están evacuando localidades y desplazando unas 3.500 personas en situación de riesgo por las llamas, mientras el gobierno envía 1700 bomberos de refuerzo y más aviones para intentar controlar los incendios.

La crisis climática pasa factura en Europa mientras sus líderes retornan al gas, al carbón y al petróleo.

En París como en regiones del oeste y el interior de Francia.hasta ahora a salvo del calor extremo, se prevé que serán afectadas con máximas en torno a 39°C. Météo-France, el servicio meteorológico del país, señala un hecho inusual para las regiones de la costa atlántica como la región de Bretaña, conocidas por tener habitualmente a un régimen oceánico que provee humedad y temperaturas suaves, pero que podría alcanzar con esta ola, temperaturas máximas inéditas de 40°C en Brest y 41°C en Rennes.

También los incendios están asolando bosques en España y Portugal con miles de hectáreas calcinadas. En Portugal un gran incendio forestal en el municipio de Chaves, en el norte del país había sido controlado en un 90%, pero en casi todo el territorio portugués permanecía un riesgo “máximo”, “muy alto” o “elevado” de incendios, sobre todo en el centro y norte del país. Según las autoridades portuguesas, los incendios dejaron dos muertos y 60 heridos y arrasaron entre 12.000 y 15.000 has.

En España los incendios también provocaron dos muertes. La entrada de una masa de aire caliente del Sáhara dejó temperaturas de 39 a 45 grados en varios puntos de la geografía peninsular. El fuego ha arrasado cerca de 25.000 has. en 36 incendios forestales a lo largo del territorio y asedia a poblaciones rurales mientras el Ejército ha sido movilizado para sofocar las llamas.

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, recordó la incidencia del cambio climático en estos fenómenos y pidió a las administraciones locales que refuercen las políticas medioambientales. Un consejo que debería extender a sus colegas del resto de Europa que por imprevisión estratégica y subordinación a EEUU han consentido sanciones a Rusia que han retornado como un boomerang sobre la economía comunitaria de consecuencias ruinosas e impredecibles.

Del liderazgo mundial “verde” y la lucha climática han pasado a multiplicar el uso de los combustibles fósiles, volver a la explotación del carbón, multiplicar sus emisiones y reabrir centrales nucleares de alto riesgo, en una claudicación vergonzosa.

Italia, en tanto, registra máximas de 42° que agravan la sequía que estaba sufriendo. En regiones en el norte y centro del país, como la Llanura Padana, Toscana, Umbría y el Lacio, se vive la mayor sequía de los últimos 70 años.

Se estima que las altas temperaturas que golpean Italia desde fines de mayo, seguirán en aumento a lo largo julio. Para el meteorólogo Antonio Sanò, de ilMeteo: “El anticiclón africano ‘Apocalypse4800’ se hará cada vez más fuerte y potente, lo que causará temperaturas récord en muchas ciudades”.

Los expertos calculan que este verano superará las temperaturas récord del 2003, cuando Italia soportó uno de los veranos más calurosos de su historia. Las temperaturas en el centro y norte del país han llegado hasta 42°C y el pronóstico indica que podrían subir más. Se teme que  hasta a catorce ciudades incluyendo Bolonia, Florencia, Milán, Génova, Turín y Roma, puedan entrar en alerta roja.

En cuanto a los incendios, las regiones más afectadas hasta el momento son Sicilia, Apulia y el sur de Calabria, pero también la propia Roma en cuyas inmediaciones se han declarado varias decenas de fuegos en las últimas semanas: desde enero, han ardido casi 23.000 hectáreas en más de 200 siniestros diferentes.

El norte de Italia sufre una sequía histórica.

También Países Bajos entra en alerta amarilla y prepara plan nacional contra el calor. El Real Instituto Meteorológico de Países Bajos (KNMI) declaró alerta amarilla por calor tropical y anticipó la llegada de temperaturas que podrían superar los 38°C en el sur del país, algo absolutamente inusual. Según el KNMI, en casi todo el país habrá olas de tropical, entre 33° y 38°C en el centro y sur de Países Bajos y 30°C en el norte.

Los organizadores de una tradicional ruta de senderismo de cuatro días –la Marcha de los Cuatro Días de Nimega– en la que participan unas 45.000 personas de todo el mundo, debieron cancelar su inicio debido al calor extremo que anticipaba 38°C en algunas zonas.

Conforme avanza el verano, la ola de calor en Europa va acercándose cada vez más al norte del continente y amenaza a Bélgica y Alemania, cuyo servicio meteorológico informó que la ciudad de Duisburg superó su antiguo récord de 41,2°C.

Es el cambio climático, estúpido!

Remedando aquella frase de la campaña de Bill Clinton referida a la economía, habría que recordar que los científicos han insistido hasta el cansancio que hay una relación directa entre las olas de calor, los incendios y el cambio climático, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentan en intensidad, duración y frecuencia, pese a las advertencias de Naciones Unidas y las organizaciones ambientalistas.

Los costos humanos y materiales de las alteraciones climáticas serán crecientes y cada vez más graves. Sorprende la necedad de gobiernos y empresas en continuar con las emisiones y en el caso de Europa estimular una guerra con armas y financiamiento, cuando la humanidad requiere acuerdos y cooperación para evitar el colapso del Planeta y nuestra propia supervivencia-

A pesar de su mayor intensidad, esta ola de calor que azota Europa no es algo “excepcional”, sino una realidad que demuestra, como explica el geólogo italiano Mario Tozzi, que se estamos entrando en una “nueva era de fuego, arena y calor”.