El sueño de aprovechar la fuerza de las mareas para generar un tipo de energía inagotable y limpia que en el proceso de transformación energética no se produce subproductos contaminantes de ningún tipo, era hasta hoy eso: un sueño.
La relación entre la cantidad de energía que se podía obtener con los medios actuales y el coste económico y ambiental de instalar los dispositivos para su proceso impedían la implementación de este tipo de energía.
Pero un fantástico proyecto europeo ha abierto el cofre de los sueños: en su primer año de pruebas, la SR2000, la turbina mareomotriz flotante más potente del mundo, generó 3 GWh de energía renovable sin contratiempos en las condiciones más extremas. Resistiendo las intensas tormentas del otoño-invierno 2017 y soportando olas de más de siete metros de altura y de forma continua olas de cuatro metros en la costa norte de Escocia, produjo sin inconvenientes, energía limpia, eficiente y continua.
Se trata de un hito en la tecnología mareomotriz ya que la innovadora turbina ha alcanzado un rendimiento comparable al de las turbinas eólicas marinas, un logro que podría dar lugar a un aumento de la competitividad de esta tecnología, que aprovecha el concepto de una turbina eólica, pero sumergida.
Al tener mayor densidad el agua en relación al viento, permite que los álabes de estas turbinas puedan ser menores y girar a menos velocidad que las eólicas, con una ventaja agregada: las conformaciones geográficas como brazos de mar, canales, estrechos, etc. amplían la energía producida por las corrientes marinas al conducir velozmente el agua a través de esa especie de ‘embudos’.
La turbina está diseñada para durar dos decenios en condiciones extremas, y puede anclarse en casi cualquier tipo de fondo marino con profundidades de un mínimo de 25 mts. La plataforma flotante cuenta con dos turbinas de eje horizontal montadas justo por debajo de la superficie del mar, donde el flujo de la marea es más intenso.
Una de las innovaciones que ha permitido reducir sus costos tiene que ver precisamente con la plataforma. Para facilitar el acceso y el mantenimiento del sistema, el casco de la plataforma mantiene emergidos la mayoría de los componentes internos de las turbinas. Y ha incorporado unos álabes para las turbinas que pueden replegarse bajo el casco, lo que facilita las labores de mantenimiento y reduce la resistencia durante el remolcado de la instalación.