Frente al panorama de que cada familia en China es responsable de desechar 30 kilogramos anuales de ropa recuperable, según las encuestas, muchas empresas han comenzado a descubrir el tesoro de beneficios que significan esos residuos, a la vez que solucionan problemas ambientales de contaminación.
Empresas de reciclaje textil, como la de Li, clasifican la ropa se ordena y los artículos sin desgaste se desinfectan, planchan y venden como artículos de segunda mano y algunas se destinan a donaciones para sectores más pobres.
La ropa de alta calidad se vende entre 6.000 y 9.000 yuanes (u$s 1000 y 1300) por tonelada mientras las prendas de vestir del verano reciente se exportan o venden a Ongs de África o Asia a un precio medio de unos 5.000 yuanes por tonelada.
Lo restante se pasa a transformar en artesanía textil o convertirse material reciclado (aislamiento agrícola para invernaderos, cuerdas industriales, guantes, alfombras, etc).
Desde el Instituto de Tecnología de la Moda de Beijing, Zhao Guoliang, investigador en tecnología para la utilización integral de textiles de desechos –señala Pueblo en Línea– reconoce que en el pasado, “la ropa vieja no estaba incluida en el sistema de reciclaje de materiales. Con la innovación de la tecnología de desinfección y el proceso de descomposición, y la introducción de normas y reglamentos técnicos específicos, se diseñó una cadena industrial de alto valor añadido que ha logrado cierta escala”.
De acuerdo con un Informe sobre Desarrollo de la Utilización Integral de los Residuos Textiles en China (2018-2019), publicado por CACE, la utilización de textiles de desecho en China fue de unos 3,8 millones de toneladas en 2018, lo que implicó una tasa de utilización de un 19%.
CAMBIO DE HABITOS
Lo cierto es que el reciclaje de ropa de segunda mano en China es una tendencia creciente en la que cada día, muchas empresas se están involucrando de forma más intensa, ante la creciente conciencia de los consumidores chinos sobre cuestiones medioambientales.