07 feb 2021

El desarrollo sustentable –que tanto se oye en estos días– está directamente relacionado a los patrones de producción y consumo. El Libro de Cocina Azul, lanzado por Marine Stewardship Council (MSC), propone diez recetas para elaborar pescado sostenible.

https://stories.msc.org/es/libro-de-cocina-azul/

La alimentación sustentable es clave para proteger el Planeta. El Libro de Cocina Azul, recientemente publicado por Marine Stewardship Council (MSC) junto a diez chefs de primera línea, propone un consumo y una alimentación más sana y sostenible, y fue pensado para impulsar lo que los editores llamaron “un gran futuro azul”.

Vale decir que nos sentimos allegados desde el nombre con la idea. Pese a que la Marine Sterwardship Council (MSC) es una organización creada e impulsada por la Fundación Vida Silvestre (WWF) y la empresa Unilever, nuestras creencias azules nos acercan.

Durante más de 20 años, MSC desarrolló, promovió y logró imponer ciertos estándares de Cadena de Custodia (CdC) que hoy ayudan a las empresas y organizaciones a fomentar e identificar el pescado capturado en el mar como sostenible y bien gestionado.

Ahora parece necesario que ese enorme trabajo de tiempo empiece a visibilizarse entre los consumidores. La edición de recetas con pescado sostenible busca que las personas se comprometan con sus elecciones de compras y con su propia dieta.

El huevo o la gallina: ¿producción o consumo?

Según el informe SOFIA, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), una de cada tres pesquerías se explota más allá de los niveles biológicos sostenibles.

Pero, ¿por qué? Desde 1990 hasta la actualidad, la cantidad de pescado consumido en el mundo creció un 122%. Si bien gran parte de ese incremento se debe a la acuicultura, indica la FAO, las pesquerías naturales alcanzaron en 2018 el nivel más alto jamás registrado: 96,4 millones de toneladas, de las cuales la producción de las pesquerías marinas ha incrementado a 84,4 millones de las 81,2 millones de toneladas registradas en 2019.

El pescado y los productos pesqueros, sin duda, siguen encontrándose entre los alimentos más comercializados en todo el mundo. Con lo cual, el estado de los recursos pesqueros marinos, al menos de las poblaciones de peces evaluadas por la FAO, ha ido empeorando.

“La proporción de poblaciones de peces que se encuentran dentro de niveles biológicamente sostenibles disminuyó del 90% en 1974 al 65,8% en 2017”, asegura el informe de la ONU, dando como resultado un 59,6% de poblaciones de peces explotadas a un nivel de sostenibilidad máximo.

En tanto, el consumo mundial de pescado comestible aumentó, situándose en una tasa media anual del 3,1% entre 1961 y 2017: “una tasa que prácticamente duplica el crecimiento de la población mundial anual durante el mismo período”, advierte el documento.

Además, el cambio climático está repercutiendo profundamente en los océanos y en la vida marina. Los hábitats y los patrones de desplazamiento de los peces están cambiando a medida que va elevándose la temperatura y la acidez de los océanos, planteando nuevos retos para las pesquerías.

Mientras los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) ofrecen una visión común del futuro y un marco de orientación, algunas organizaciones como MSC buscan bajar a la tierra los conceptos clave de la economía mundial: producción y consumo… responsable. 

Certificar para revincular empresas y consumidores: Cuando las etiquetas importan

Crear sistemas es una de las cosas más fascinantes que podemos ver en nuestro desarrollohumano. Esta capacidad para establecer patrones de comportamiento o maneras de hacer es la queha permitido estructurar y organizar grandes comunidades conectadas entre sí.

Certificar procesos es un pasaporte de entrada a los mercados competitivos internacionales. Una opción que permite a las empresas posicionarse en el comercio bajo un concepto de estabilidad, eficacia y confiabilidad ante sus competidores y los consumidores.

En el caso de la certificación MSC, contribuye con varios ODS entre los que se cuenta la vida submarina, la seguridad alimentaria y el consumo y la producción sostenible. El estándar de MSC para determinar una pesquería ambientalmente sostenible y bien gestionada se centra en torno a tres principios: estado de las poblaciones de peces, impacto de la pesquería en el ecosistema y la efectividad del sistema de gestión.

“Para garantizar que los productos de una pesquería se vendan correctamente desde el barco al plato, el esquema también está respaldado por el estándar Cadena de custodia (CdC) de MSC”, explica la organización, que alcanza la regulación para la compra, el procesamiento y la venta de productos certificados.

Las pesquerías que deseen certificar su gestión y sostenibilidad son evaluadas por un equipo de expertos –independientes a la pesquería e independientes al MSC– en un proceso público y participativo.

Al finalizar el proceso, los productos certificados según estándar MSC pueden mostrar la ecoetiqueta azul solo si el pescado es trazado a través de la cadena de suministro hasta una pesquería.

Esta distinción avala la pesca sostenible, influyendo en las elecciones del consumidor cuando compra pescado y marisco. El Libro de Cocina Azul representa una forma práctica de implementar el conocimiento adquirido en el proceso de certificación y canalizarlo en el consumo responsable.

Actualmente, las capturas marinas con certificación MSC alcanzan a cerca de 400 pesquerías en todo el mundo. Si bien la mayoría se encuentra en el hemisferio norte, el MSC destaca que América Latina cuenta con 16 pesquerías certificadas y varios países están próximos a iniciar programas con la organización.

Sin embargo, como dice Ernesto Jardim, director de estándares de Pesca de MSC, “los peces no respetan fronteras”, con lo cual muchas especies pueden encontrarse en diferentes Zonas Económicas de Exclusión (ZEE). Además, el cambio climático las empuja a nuevos sitios, haciendo que la reconstitución de las poblaciones se expanda a nuevas áreas.

El estándar de Cadena de Custodia (CdC) es el eje que conecta a las pesquerías certificadas con más de 19 mil productos certificados con el logo MSC, señala Sue Lockhart, directora de estándares para la cadena de suministro de la entidad.

Las cadenas de suministro de productos pesqueros son muy complejas, se extienden por distintos océanos, países y tipos de negocios”, confirma Lockhart. Por lo cual, las 45.000 empresas certificadas que la conforman –procesadoras, pescaderías, distribuidoras, restaurantes y hoteles– están adheridas al Estándar MSC de CdC, garantizando que el pescado esté identificado desde su admisión a la cadena hasta su reparto.

El número de productos con sello azul de MSC a disposición del consumidor a nivel mundial se duplicó en los últimos cinco años, pasando de 9.326 en 2014-15 a 18.735 en 2019-20.

Una de las razones, estiman los expertos en marketing y comunicación de la organización es que “la gente cree que los productos pesqueros sostenibles importan”. Lo que coincide con el reconocimiento generalizado de que en un mundo pospandemia debemos reconstruir mejor, un compromiso no solo de las empresas sino también de los consumidores.

Tomar mejores decisiones para nosotros y para nuestro planeta es un aporte al compromiso mundial de lograr regenerar nuestro entorno y sostenerlo no solo para nuestro provecho actual, sino para el de las futuras generaciones.

Si la población mundial llega a los 9.600 millones de personas para 2050, los expertos estiman necesario casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener el modo de vida contemporáneo.

Por esa razón, se promueve una alimentación sustentable o sostenible, es decir, una dieta de impacto ambiental reducido. Para la FAO, el actual sistema de producción de alimentos es una de las principales causas de daños ambientales vinculados al cambio climático y la pérdida de recursos naturales.

Lograr un sistema sostenible de producción de alimentos y reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos son retos mundiales que pueden ayudar a hacer frente al aumento de la demanda de alimentos y a producir de forma sostenible suficientes alimentos nutritivos.

Para eso podemos empezar, desde nuestro rol de consumidores, por buscar productos de manera eficiente y racional. Por ejemplo, orgánicos o agroecológicos, que estén cerca de nuestro domicilio, de manera de promover el consumo local o, como propone el MSC, consumir pescado y marisco pescado de forma sostenible y evitar especies en peligro de extinción.

El Libro de la Cocina Azul es un aporte de MSC para que los consumidores encuentren caminos sencillos de razonar sus compras y volver su dieta más sustentable, sin perder nutrientes ni sabor.