El Secretario de la ONU propone gravar los beneficios de los combustibles fósiles

09 ago 2022

Al presentar el tercer informe del Grupo de Respuesta de la ONU a la Crisis sobre el impacto global de la guerra en Ucrania, António Guterres denunció como “inmoral” las ganancias combinadas de las empresas energéticas más grandes que alcanzaron casi 100.000 millones de dólares solo en el primer trimestre de este año y recomendó a los gobiernos que de manera urgente apliquen un impuesto sobre dichas utilidades.

“Es inmoral que las empresas de petróleo y gas obtengan beneficios récord de la crisis de energía, la grotesca avidez de riqueza castiga a más gente y destruye el planeta”, afirma el titular de Naciones Unidas, asegurando que un impuesto a esas ganancias enviaría un mensaje firme a los mercados para invertir en energías renovables.

“Urjo a todos los gobiernos a gravar estas ganancias excesivas y a utilizar los fondos para apoyar a las personas más vulnerables en estos tiempos difíciles. Es inmoral que las compañías de petróleo y gas obtengan ganancias récord de esta crisis energética a costa de las personas y comunidades más pobres y con un costo enorme para el clima”.

Cabe recordar que Guterres denunció en abril pasado a la industria de usar “cínicamente” la guerra en Ucrania para proteger los combustibles fósiles y frenar la transición a una economía baja en emisiones. Los intereses de los combustibles fósiles están ahora usando cínicamente la guerra en Ucrania para asegurar un futuro alto en carbono”.

La estrategia de las petroleras de generar una crisis energética mundial a partir de un conflicto bélico estuvo dirigida a reposicionarlas como actores principales, ante el crecimiento global de la lucha contra el cambio climático que las relegaba al cajón de los recuerdos. Desde entonces sus ganancias se dispararon:  triplicaron y cuadruplicaron sus ganancias en el segundo trimestre de 2022.

En julio, las dos mayores petroleras estadounidenses, Exxon Mobil y Chevron Corp, informaron de ingresos récord por el aumento de los precios del crudo y el gas natural, con resultados similares a los obtenidos por sus pares europeos. Las dos empresas estadounidenses, junto con la británica Shell y la francesa TotalEnergies, ganaron unos 51.000 millones de dólares en el último trimestre, casi el doble que en el periodo anterior. Las cuatro aumentaron la recompra de acciones en los últimos meses, aprovechando los altos márgenes derivados de la venta de petróleo y gas, gracias a la guerra de Ucrania.

Las empresas obtuvieron enormes ganancias ayudadas por la subida de los futuros del crudo Brent de referencia, que se situó en un promedio de unos 114 dólares por barril en el trimestre.

“La verdad es que hemos visto ganancias excesivas, escandalosas en la industria del petróleo y el gas en un momento en el que todos estamos perdiendo dinero (…) todos estamos viendo nuestros ingresos mermados y de pronto tenemos a un reducido grupo que ha contribuido enormemente al cambio climático y que se está beneficiando de esta situación”, señaló el Secretario General ante las consecuencias mundiales de la crisis energética desatada.

Imponer gravámenes y reducir la demanda

“Lo que estamos diciendo es que esas ganancias excesivas deben pagar impuestos y que el dinero que se obtenga con ese gravamen se debe poner a disposición de los más vulnerables y golpeados precisamente por los altos precios que benefician a un número muy limitado de compañías en el mundo”.

Guterres fue enfático al afirmar que esta codicia grotesca está castigando a las personas más pobres y vulnerables, mientras destruye nuestro único hogar común, el planeta”, y llamó a la población global a enviar un mensaje claro al sector de los combustibles fósiles y a sus financiadores, disminuyendo la demanda de hidrocarburos para obligarlos a invertir en energías limpias.

El líde de la ONU no duda de la popularidad que tendría ese tipo de gravamen: “Nada sería más popular que gravar las ganancias excesivas de las compañías de petróleo y gas y distribuir ese dinero entre las familias más vulnerables. No veo ningún problema de popularidad en esto, habría un problema de cabildeo (lobby) y el cabildeo es muy poderoso cuando se definen las políticas, sabemos que eso pasa y que no es muy digno. Pero en cuanto a popularidad, les garantizo que sería extremadamente popular”.

Guterres urge a aplicar impuestos adicionales a las ganancias excesivas de las empresas de gas y petróleo.

Cuatro recomendaciones

Tras exponer la recomendación sobre el gravamen a las ganancias petroleras, Al presentar el tercer informe del Grupo de Respuesta de la ONU a la Crisis sobre el impacto global de la guerra en Ucrania, el titular de la ONU planteó las restantes tres recomendaciones que contiene el informe.

La segunda está dirigida a que todos los países, en especial los desarrollados, gestionen mejor la demanda de energía: “La conservación de energía, la promoción del transporte público y las soluciones basadas en la naturaleza son esenciales para esto”.

Una tercera recomendación estuvo centrada en acelerar la transición hacia las energías renovables, que en la mayoría de los casos son más baratas y limpias que los combustibles fósiles. Guterres introdujo la idea de que las tecnologías de almacenamiento, incluidas las baterías, deberían convertirse en bienes públicos.

Naciones Unidas insiste en que los gobiernos deben ampliar y diversificar las cadenas de suministro de materias primas y tecnologías de energía renovable, además de eliminar los trámites burocráticos en torno a la transición energética y utilizar los gigantescos fondos que subsidian a los combustibles fósiles para impulsar las inversiones en energía renovable y apoyar a los hogares más vulnerables. En relación a esto, Guterres abogó por brindar ayuda a las personas, comunidades y sectores más afectados, con esquemas de protección social y alternativas de trabajo y medios de vida.

El Informe del Grupo de Respuesta alerta que el mundo atraviesa una crisis global alimentaria, energética y financiera en la que hasta 345 millones de personas de 82 países padecerán inseguridad alimentaria aguda para finales de este año y destaca que uno de los efectos de esa conflagración será que 47 millones de personas más se sumen a las filas del hambre.

La cuarta recomendación plantea incrementar el financiamiento privado y multilateral a gran escala para la transición hacia la energía verde. El Secretario General recordó que las inversiones en energía renovable deben multiplicarse por siete para cumplir con el objetivo de cero emisiones netas de carbono, por lo que exhortó a los bancos multilaterales de desarrollo a asumir más riesgos para ayudar a que los países a elaboren marcos regulatorios adecuados y modernicen sus redes eléctricas.

“Conmino a los accionistas de esos bancos a que ejerzan sus derechos asegurándose de que sean aptos para tal propósito”, reclamó y reiteró que todos los países tienen un papel en la crisis de energía: “No hay lugar para la hipocresía. Los países en desarrollo no carecen de razones para invertir en energías renovables. Muchos de ellos están viviendo con los severos impactos de la crisis climática (…) Lo que les falta son opciones concretas y viables”.

Recordó que los países industrializados instan a esas naciones a invertir en energías renovables pero sin brindar suficiente apoyo social, técnico o financiero, mientras algunos de países desarrollados están otorgando subsidios universales a las gasolineras y otros están reabriendo plantas de carbón: “Justificar tales medidas, incluso de forma temporal, es difícil”, si pretendemos avanzar seriamente hacia una  pronta transición a las energías renovables.

Mientras algunos medios internacionales ponen el conflicto de Ucrania en la agenda de cada día, omiten señalar que el cambio urgente hacia las energías renovables podría evitar entre cuatro y siete millones de muertes anuales por contaminación atmosférica en todo el mundo, más de 100 veces el número de víctimas en Ucrania, pero que carecen de prensa…

Como aseguró Guterres, “el único camino posible hacia la seguridad energética, la estabilidad de los precios, la prosperidad y un planeta habitable consiste en abandonar los combustibles fósiles contaminantes”.

En junio pasado ya había alertado que el “caos climático” se ha visto exacerbado por el aumento del consumo de combustibles fósiles provocado por la guerra en Ucrania y por la inacción de los gobiernos para frenar el calentamiento global: “La guerra ha reforzado una lección abyecta: nuestra matriz energética está rota… La crisis energética agravada por la guerra de Ucrania ha supuesto una peligrosa duplicación de los combustibles fósiles por parte de las principales economías”.

Tras recordar que los hogares y las empresas enfrentan “precios desorbitados”, calificó de “delirante” las nuevas inversiones en exploración y producción de fuentes fósiles de energía (que) sólo aumentará más las calamidades de la guerra, la contaminación y la catástrofe climática”, dijo Guterres.

“El único camino posible hacia la seguridad energética es abandonar los combustibles fósiles contaminantes”.

Ese mismo mes, durante su intervención en el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima, un dudó en regañar a los líderes de esos países: “Ustedes representan las mayores economías y también los mayores emisores del mundo. Su primer deber es proteger a las personas. Y nada podría ser más claro que el peligro de la expansión de los combustibles fósiles. Incluso a corto plazo, los combustibles fósiles no tienen sentido político o económico“.

Lo que no puede decir el titular de la ONU es los líderes del mundo desarrollado no se guían por esos sentidos sino por lo que demandan sus bolsillos.