El trekking, una propuesta de ecoturismo

oct 2019

Los graves cambios climáticos que se verifican en cualquier rincón del Planeta y las severas consecuencias que generan en el medio ambiente, están impulsando una creciente conciencia global acerca de responsabilidades de todos en la custodia de “nuestra casa común”: la Tierra.

Esa preocupación generalizada sobre las problemáticas ambientales también empieza a hacerse tendencia en el ámbito del turismo, una actividad que durante décadas ha tenido un impacto, muchas veces negativo, sobre el cuidado y la preservación del medio ambiente.

En diciembre de 2012, una resolución histórica de la Asamblea General de Naciones Unidas reconoció que el ecoturismo es un elemento clave no sólo para la protección del medio ambiente sino para la promoción del desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza.

Desde entonces, se han multiplicado iniciativas y propuestas para generar nuevas formas de viajar,  que implican minimizar el impacto del turismo en la naturaleza, en especial en aquellos destinos donde la huella humana puede perturbar o dañar la biodiversidad de especies que los identifican. Y, por otra parte,  aprovechar la presencia de visitantes para  concientizar sobre los problemas ambientales que cada región enfrenta.

Una de las actividades más apasionantes y saludables del ecoturismo es el senderismo o trekking, a los que consideraremos como sinónimos aunque los especialistas hacen diferencias dejando para el segundo, recorridos de mayor exigencia física y por tanto, de preparación. De hecho, el término trek empezó a ser utilizado por los escaladores para nombrar el camino hacia las cumbres antes del ascenso.

Sudamérica es, sin duda, una de las regiones del mundo con espacios naturales más deslumbrantes, con una diversidad de paisajes y climas que permite experimentar desde el desierto (Atacama) hasta los confines del mundo (Tierra del Fuego), pasando por la mayor selva tropical del planeta (Amazonas) o recorriendo uno de los senderos más extensos del mundo (la Huella Andina patagónica de 600 kms).

Más Azul propone a sus lectores en esta primera entrega, aventurarse en cinco circuitos excepcionales, a través de una naturaleza que, en muchos momentos del recorrido, atravesará lugares casi vírgenes, intocados por el hombre.

hacia donde la tierra termina

La Patagonia andina argentino-chilena es un destino incomparable por su belleza monumental y la inmensidad de una naturaleza salvaje, en buena parte de su territorio. Como señala el afamado fotógrafo inglés Andy Lee, este circuito se levanta “en el punto donde la Tierra termina, justo en el extremo del mundo, empieza la magia de estas tierras misteriosas, cargadas de una belleza inimaginable”. Lee se instaló en aquellas tierras casi inhabitadas de la Patagonia para capturar la imponente magia de sus paisajes, que muchas veces parecen irreales.

Para apreciar su inmensidad y la imponencia sobrecogedora de los Andes en la Patagonia argentino-chilena, nada mejor que caminarla. Les proponemos estas cinco imperdibles rutas para un viaje fascinante que va a ratificar vuestro amor por nuestro Planeta y entregarles una muestra impactante de la belleza que nos regala cada día.

1- Travesía por la Huella Andina, Argentina

Se trata de 24 tramos de senderos andinos a lo largo de 600 kilómetros a través de las provincias argentinas de Chubut, Río Negro y Neuquén que permite recorrer la cordillera patagónica norte por etapas. Incluye tramos lacustres de enorme belleza. El trayecto de trekking está desarrollado para familias o grupos ya que sus niveles de dificultad son medianos y bajos.

Es un sendero impresionante, diseñado especialmente para los fanáticos de las caminatas e incluye  algunos tramos que permiten hacerlo a caballo e incluso en bicicleta durante uno a tres días.

Lago Lácar, rumbo a Quila Quina – Argentina – Nicolas De Antoni / shutterstock

Una de las mejores opciones es iniciar el viaje desde San Martín de los Andes, partiendo del Parque Nacional Lanín, donde se pueden obtener los mapas de los recorridos. Tanto el campamento y el sendero por los bosques están cuidados. Una propuesta inicial es recorrer las cercanías del lago Lácar, hacia Quila Quina, una población cercana que cuenta con camping organizado, a la que se puede llegar en lancha (30 minutos) a través del lago o por un camino de ripio y desde allí trepando por un sendero bien señalizado, ganar altura hasta llegar a Puesto Casanova, disfrutando de caminar en medio de bosques y cascadas y rodeado de un naturaleza exuberante. En el puesto, la familia Casanova ofrece camping, cabaña para alojarse y cabalgatas hasta una cascada cercana. También es posible degustar un inigualable cordero patagónico.

Bosque de lengas.

La biodiversidad de esta ecorregión es de una belleza y exhuberancia sosprendentes, con especies arbóreas de gran porte y belleza como coihues, radales, robles pellín y las luminosas lengas, ñires y notros y ejemplares gigantescos de una de las especies arbóreas más longevas del planeta, el alerce. Una mención especial la tiene el ciprés de la Cordillera, una especie nativa del Parque Lanín y las araucarias, de una longevidd que puede llegar a los 1.000 años. A lo largo de la travesía se pueden visualizar huemules, venaditos (pudúes), zorros colorados y grises y jabalies, así como cóndores, águilas moras, chimangos, bandurrias y cauquenes.

2 – Travesía a las Torres del Paine (Chile)

Otra ruta de trekking imperdible transcurre más al sur, en territorio chileno, con el marco monumental de las Torres del Paine, rodeado de ríos, fiordos, glaciares y lagos. Desde Punta Arenas hay que llegar a Villa Serrano, ya dentro del Parque Nacional  Torres del Paine.

Torres del Paine – Chile.

La caminata sigue el Río Serrano y después de bordear las lagunas Las Motos y El Jote se llega a un maravilloso lago, el Brush, un lugar ideal para acampar. Es posible almorzar en una estancia patagónica de la zona, que será una experiencia única. La caminata continua hasta el Glaciar Serrano y concluye en la Cueva prehistórica del Milodón, un animal prehistórico, tipo oso hormiguero de gran tamaño, donde  se encontraron registros de vida de hace más de 12.000 años.

3 – Travesía por la selva valdiviana de Huilo Huilo (Chile)

En las comunas de Panguipulli y Futrono, el plena cordillera de la Región de los Ríos (Chile), se encuentra la Reserva biológica de Huilo Huilo, un área privada protegida que alberga unas 100.000 hectáreas de ‘selva valdiviana’, un fascinante expresión del bosque templado lluvioso de los Andes Australes, el único de América del Sur, una ecorregión que se extiende por el centro-sur de Chile y algunas áreas fronterizas al sudoeste de Argentina. Su biodiversidd es atractiva con muchas de esas especies son endémicas y no existen en ninguna otra parte del mundo.

Huilo Huilo es habitado por mamíferos como el Chingue o zorrino patagónico, el Huemul, el Huiña o gato colorado y el Monito del monte entre otros, por aves como la Bandurria o el Cauquén y por curiosos reptiles y anfibios como la Lagartija valdiviana o la Rana de Darwin.

Estos bosques comparten similitudes de flora con otros bosques templados del hemisferio sur como los de Australia y Nueva Zelanda, pero casi la mitad de las 4.000 plantas vasculares que se encuentran en la ‘selva valdiviana’ no se hallan en ninguna otra ecorregión del planeta. Se pueden encontrar ejemplares gigantescos de alerces así como de coihues,  arrayanes y los bellísimos notros.

Dos de los senderos recomendables son el de las Cuevas Volcánicas  y el Botánico, que comienza junto al Portal Huilo Huilo y se extiende por la ribera del río Fuy, de unos 4 kms. de recorrido, de dificultad media-baja, que permite conocer la exhuberante la selva patagónica y concluir con un chapuzón en verano en la Laguna Esmeralda.

La travesía de Huilo Huilo tiene disponibles algunos hoteles con comida gourmet y spa, cabañas y refugios, para finalizar una activa jornada de caminatas.

4 – Travesía por el Glaciar Perito Moreno (Argentina)

Caminar sobre el Glaciar Perito Moreno, uno de los glaciares más famosos y únicos en su especie en el mundo es una experiencia inolvidable. Se trata de las pocas formaciones de su tipo que permite por sus especiales características caminar sobre él y disfrutar de esta maravilla de la naturaleza que cambia su aspecto cada día.

El glaciar Perito Moreno se encuentra en la Patagonia argentina, en la provincia de Santa Cruz, al  sudoeste del país, dentro del Parque Nacional Los Glaciares. De 250 kilómetros cuadrados de superficie, tiene un frente de 5 kms de longitud y aflora unos 60 metros sobre el nivel del lago, lo que le otorga una imponente belleza. Un brazo del Lago Argentino produce filtraciones, creando un túnel en el Glaciar con una bóveda de más de 50 mts de altura, cuyo derrumbe constituye uno de los espectáculos más fascinantes que pueda otorgarnos la naturaleza.

La travesía sobre el glaciar incluye la caminata sobre el hielo, una navegación corta por la pared sur del glaciar y un recorrido por las pasarelas  siempre acompañados por un guía. Para llegar al glaciar hay que hacer un trayecto de 78 kms. para embarcarse en el Puerto Bajo de las Sombras, a 6 kms. del glaciar y , cruzar el Brazo Rico del Lago Argentino en una navegación de 20 minutos.

Desde allí se accede a un refugio, donde los guías organizan los grupos de hasta 20 personas y se inicia una caminata por el bosque de 15 minutos hasta llegar al glaciar donde se les colocarán a los visitantes los crampones necesarios para caminar sobre el hielo para no resbalarse.

El trekking sobre el hielo es de una hora y cuarenta minutos durante el cual se podrán apreciar grietas, seracs, sumideros y pequeñas lagunas. La caminata es de dificultad moderada y se realiza por una superficie de hielo irregular, pero firme y segura. Durante la travesía se dan explicaciones sobre la flora, fauna y glaciología general de la región y sobre el particular fenómeno de la formación de su bóveda y posterior derrumbe. Un dato simpático es que los guías ofrecen para degustar mientras tanto, bombones regionales y un vaso de whisky con hielo del propio glaciar.

Concluida la caminata, se retoma el sendero del exuberante bosque magallánico para embarcar nuevamente en el catamarán y hacer una excursión de acercamiento a la pared sur del glaciar. Al retornar al Puerto, los visitantes son trasladados a las pasarelas ubicadas frente al glaciar, los famosos ‘balcones del Perito Moreno’, desde donde tendrán una perspectiva de la  imponente masa de hielo.

Debido a las particularidades de esta travesía guiada, sólo es apta para personas entre 10 y 65 años de edad.

5 – Travesía al Fitz Roy y El Chaltén (Argentina)

Esta travesía nos conduce a una majestuosa trilogía de montañas en la región de El Chaltén, en la Patagonia argentina: Fitz Roy, Torre y Poincenot, las dos primeras de más de 3.000 metros de altura. El Fitz Roy ofrece un espectáculo imponente al asomar sus crestas y aristas entre glaciares y nubes; y en ciertos momentos del día toma sorprendentes coloridos según la iluminación del sol.

El grupo montañoso se encuentran al norte del Parque Nacional Los Glaciares, demarcan el límite con Chile y ambas son reconocidas como unas de las montañas más difíciles de escalar en el mundo, por sus grandes lajas verticales resbaladizas, que reciben hielo y viento en forma constante, lo que hace que su ascenso para los escaladores se dificulte aún con buen tiempo. De hecho, desde el primer ascenso en 1952 solo se ha logrado hacer cumbre una decena de veces.

Desde el pueblo El Chaltén, capital argentina del trekking, que está en su base, parten muchos de los senderos para explorar esta parte formidable de los Andes. Pero desde Más Azul les proponemos dos: el que conduce al Mirador Torre, que se encuentra a mitad de camino hacia la Laguna del mismo nombre y el que lleva a la Laguna Capri.

El sendero Torre de 7 kms., parte desde El Chaltén e ingresa con una pendiente suave, a un valle de lengas, para llegar –antes de recorrer el primer kilómetro– al Mirador de la Cascada Margarita ubicada cerca de la garganta del río Fitz Roy. Desde allí hay una espléndida vista panorámica de los cerros Solo,  Torre, Chaltén, el cordón Adela y al otro lado del río, la cascada Margarita.

Tras una hora y media de caminata por el bosque nativo, remontando el curso del río, se llega al mirador del Torre, con una panorámica de las agujas de granito que integran el macizo del Fitz Roy.

La otra propuesta de trekking es el sendero que lleva a la Laguna Capri. Se trata de una hermosa caminata de menos de dos horas, que conduce a  te lleva a una laguna de aguas azules rodeada de bosque nativo, desde donde se aprecia una fantástica vista del Fitz Roy. El sendero arranca desde El Chaltén y te lleva a un mirador natural del valle del río De las Vueltas. Durante la primera hora, la pendiente del sendero es algo pronunciada. Más adelante se llega al valle del arroyo Del Salto contemplando hermosos ñires, camino del Fitz Roy. Sobre la hora y media de caminata se alcanza una bifurcación y dos opciones de sendero: uno, hacia la Laguna Capri y otro hacia el mirador del Fitz Roy y Laguna de los Tres. Pero desde Laguna Capri la vista del Fitz Roy y sus agujas periféricas es única. Sólo si tienes aliento para 40 minutos más de caminata, puedes pasar por el rocoso Mirador del Fitz Roy.