Encabeza la transición de fuentes de energía tradicionales a energías renovables

dic 2019

China continúa su larga marcha hacia liderar la transición de las fuentes de energía tradicionales como el carbón, a otras energías renovables y en especial, la energía eólica.

Tras el daño ambiental generado por su explosivo desarrollo económico, el presidente Xi planteó que su país debía “explorar un nuevo camino de desarrollo de alta calidad que dé prioridad a la ecología y destaque el desarrollo verde”, para la construcción de lo que llamó “la Civilización ecológica”, el gran proyecto estratégico chino para el Planeta, un plan que Xi trazó en 2012 como era secretario general del Partido.

Como señala el abogado ambientalista James Thornton, “viendo el daño hecho a su medioambiente, los chinos estudiaron detenidamente su constitución y la modificaron. Este importante documento ahora pide la construcción de una civilización ecológica. Construyeron una civilización agrícola, luego una industrial y ahora construyen una civilización ecológica”.

Hacia fines del siglo XX, De Carlo expresaba: “Tengo la esperanza, y mucho me alegraría, que desaparecieran términos como ‘ecológica’ o ‘ambiental’; que cuando digamos ‘arquitectura’ lo hayamos dicho todo”. Esta frase refleja su deseo de dejar de adjetivar a la arquitectura con términos como “verde”, “ecológica” o “sustentable”. También significa la necesidad de un nuevo abordaje disciplinar, académico y profesional. Apela a un cambio de paradigma en donde la ecología y lo ambiental formaran parte inherente de la arquitectura.

China avanza hacia una “civilización ecológica” en armonía con la naturaleza.

Apostando al viento

Desde 2010, con un total de más de 48 GW de energía eólica instalada, China ya se había convertido en el país con mayor capacidad eólica del mundo, adelantando a EEUU, que lideraba ese ranking hasta entonces. Pero ahora quiere ir más lejos: se propone lograr hacerlo libre de subsidios a partir del 1° de enero de 2021. Según una determinación de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China (NDRC) china, desde el comienzo de ese año, todos los proyectos eólicos en tierra aprobados deberán alcanzar la paridad de la red, es decir subsidio cero.

Así lo revela un informe del Global Wind Energy Council (GWEC), “el crecimiento continuo de este mercado de aerogeneradores se debe principalmente a políticas ambiciosas a nivel nacional que han hecho que la energía eólica y otras energías renovables sean extremadamente competitivas en cuanto a costes”

Con 224 proyectos eólicos y solares no subsidiados por un total de 20,8 GW ya aprobados, la competencia efectiva de las energías verdes con los sistemas energéticos convencionales se está convirtiendo en China en una realidad potente.

El levantamiento de los subsidios muestra que la energía eólica terrestre se está volviendo cada vez más competitiva en el mercado energético, en parte debido a los avances tecnológicos alcanzados y a la reducción de costes por la ampliación de la red.

De ese modo, la energía eólica, como todas las energías verdes (energía solar, energía geotérmica, etc.) contribuyen cada vez más a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y China parece comprometida a ello, mientras la administración Trump camina en sentido contrario. En concreto, si se aprovecha toda la energía producida por los generadores eólicos, la potencia instalada por China podría reducir la emisión de más de 90 millones de toneladas de CO2.

Para aprovechar los subsidios a proyectos aprobados con anterioridad, las empresas de servicios públicos y los IPP chinos solo tienen un año y medio de tiempo para poner en marcha los proyectos pendientes, por lo que es probable que se acelere la instalación de nuevas centrales a lo largo de 2020. Así lo analiza GWEC Market Intelligence, que considera presumible que el aumento lleve la nueva instalación eólica en tierra en China a 53 GW entre 2019-2020.

También en el mar

El esfuerzo chino por superar su fuerte dependencia energética del carbón y contribuir a la lucha contra el cambio climático, pasa también por el mar. Este año, las turbinas eólicas en alta mar están expandiéndose aceleradamente: hay proyectos de parques eólicos marinos en construcción por más de 10 GW y otros 40 GW en proyectos ya aprobados y en fase de inicio de su construcción.

La preocupación reside en el impacto que la guerra comercial desatada por Trump también aquí puede tener sobre la cadena de suministros, ya que los componentes de los aerogeneradores, como palas grandes, cojinetes principales y cables sumarinos están sometido a los cuellos de botella del conflicto entre EEUU y China.

Parque eólico marino en Jiangsu, China.

De todos modos, el avance chino en la materia es sorprendente. Por primera vez en la historia, China instaló el año pasado más aerogeneradores en el mar que ningún otro país del mundo. En 2019 habrá duplicado la nueva instalación eólica marina y si mantiene el impulso de crecimiento y la instalación anual actual de 4 GW, superará para fines de 2020 al Reino Unido, que lidera hasta ahora el mercado offshore respecto a instalaciones acumulativas.

En el Reporte Mundial de Eólica Marina –un informe de las perspectivas del mercado eólico marino global–publicado por el GWEC, se destacan dos datos relevantes: el rol de China como el país que, en el mundo,  instaló más potencia eólica mar adentro; y la estimación de que el parque eólico marino global crecerá un 700% en los próximos diez años, instalándose 165.000 megavatios de potencia eólica frente a las costas de todo el mundo (100.000 en Asia). Ambas son buenas noticias para el Planeta donde hoy hay poco más de 23.000 megavatios en parques eólicos marinos.

GWEC Market Intelligence prevé entre 15.000 y 20.000 megavatios de nueva potencia offshore anual a partir de 2025. Es innegable que es crecimiento estará impulsado fuertemente por China y otros mercados asiáticos. Esa intensa expansión de la energía eólica en el mar sumará hasta el 2030 unos 165.000 megas marinos al parque offshore global actual, lo que llevaría  a un total de alrededor de 190.000 megas.

Para Karin Ohlenforst, directora de GWEC Market Intelligence “estamos en la antesala de una verdadera industria eólica marina global. Si nos basamos en los objetivos gubernamentales, los resultados salidos de las subastas y la cartera de proyectos, las previsiones señalan que de aquí a 2030 instalaremos 190.000 nuevos megavatios de potencia eólica marina (…) muchos países están preparándose para unirse a la revolución eólica marina, porque el desarrollo tecnológico de las soluciones flotantes va a cambiar las reglas del juego y puede añadir incluso más potencia eólica marina en los próximos años”.

Europa se prevé que alcance unos 78.000 megavatios instalados en 2030. Hoy posee 18.500. Sobre EEUU, GWEC estima que en 2025 habrá apenas unos 2.000 megavatios de potencia eólica operativa y un potencial para 2030 de otros 8.000 megas más. Mientras que Asia liderará la carrera eólica global en los próximos 10 años: 100.000 megavatios instalados en 2030 (hoy no alcanzan a 5.000 en todo el continente de los que 4.500 están en China). Empujados por los avances chinos en la materia, se sumarán India, Corea del Sur, Vietnam, Japón y Taiwán (isla de Formosa para China).

El viento se ha convertido en la tercera fuente de energía más importante de China después del carbón y la hidroeléctrica. El país avanza a pasos agigantados en las tecnologías del futuro y desarrolla energía solar y eólica como ningún otro en el planeta. Ya en 2017 había instalado centrales fotovoltaicas con una capacidad de 53 gigavatios, más de la mitad de la capacidad mundial.

La energía solar y la eólica experimentan una enorme expansión y se encuentran en condiciones de empezar a competir con las energías fósiles. Para la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA) sus costos continuarán bajando. Se calcula que en los próximos tres años, la energía fotovoltaica disminuirá sus costes en un 50% en promedio global.

En la medida que la producción de electricidad a través de energías renovables resulte un negocio será más fácil que gobiernos y empresas impulsen sistemas energéticos bajos en dióxido de carbono.

En China, durante 2018, las energías renovables alcanzaron el 38,3 % del total de generación eléctrica. La capacidad instalada de estas energías alcanzó los 728.000 megavatios (12 % más que el año anterior). En comparación la UE está por debajo del 20% y recientemente el Parlamento Europeo votó para elevar la  cuota de energías renovables en relación al consumo total de energía al 35% pero recién para el 2030. En tanto, en EEUU las energías renovables apenas aportarán el 17,4% de la generación eléctrica en 2019.

"muchos países están preparándose para unirse a la revolución eólica marina"

La energía nuclear subsidiada. Central de Bugey, en Francia.

Para Rainer Hinrichs-Rahlwes, experto en energía de la UE, el cambio hacia energías verdes es posible: “Los costos bajan de manera rápida y las tecnologías están suficientemente maduras. Salvo cuando a través de subvenciones se favorecen las energías fósiles y nucleares, el viento y el sol son prácticamente en todas partes las formas de energía más económicas. Por lo tanto, la sensatez requiere acabar de una vez con las subvenciones directas e indirectas a la energía fósil y nuclear”.