En menos de 10 años, Argentina triplicó la superficie de áreas marinas protegidas

ene 2020

Cristián de Haro, GEPAMA-UBA

A nivel global se estima que más de 3.000 millones de personas dependen para su trabajo y supervivencia, de la biodiversidad costera y marina. El crecimiento demográfico previsto para el 2050 superará los 9.000 millones de personas, lo que implica que la demanda sobre los recursos oceánicos se incremente e intensifique su presión sobre los sistemas naturales marinos.

Las consecuencias del cambio climático y sus impactos asociados (aumento de la temperatura y la acidificación del mar) por su parte, exponen las costas modificadas, en las que se han reducido o eliminado los hábitats protectores agravan la situación.

Argentina, un país de un extenso litoral costero y una enorme plataforma continental, ha asumido que tiene un importante rol en la sustentabilidad de la biodiversidad marina a escala global. En este contexto, Cristián de Haro, reconocido analista ecólogo, investigador del GEPAMA de la Universidad de Buenos Aires especializado en cetáceos e impactos de la actividad petrolera en el mar y  Director del Programa Mar Limpio, analiza en este artículo, las medidas que ha encarado la Argentina para diseñar y poner en funcionamiento un Sistema de Áreas Marinas Protegidas (AMPs) como herramienta efectiva para la conservación de la diversidad de especies, ambientes y procesos ecológicos, que además, generan un beneficio para el desarrollo de actividades socio-económicas relevantes.

“Entre 2009 y 2016 se crearon, en el Mar Argentino, ocho AMPs lo que elevó la superficie marina conservada de un 0.8 % a un 2.8%. Este fue un paso fundamental para lograr los compromisos asumidos ante la Convención de la Biodiversidad, de alcanzar al menos el 10 % de las zonas marinas y costeras protegidas para 2020.

Tonina Overa (Cephalorhynchuscommersonii).

“La Argentina cuenta con 61 áreas protegidas costero marinas, entre las que se encuentran Parques Nacionales, Reservas Provinciales y Municipales, Reservas de  la Biósfera y sitios Ramsar, con diversos instrumentos jurídicos de creación. En el caso del Área Marina Protegida Namuncurá – Banco Burdwood I, creada en 2013 (Ley 26875), es la primer AMP oceánica y de jurisdicción nacional

En diciembre de 2018, su Parlamento sancionó una ley estableciendo dos nuevas Áreas Marinas Protegidas: “Yaganes” y “Namuncurá/Banco Burdwood II”. Dicha Ley le permitió a Argentina incorporar más de 90.000 km2 de hábitat oceánico, lo que implicó triplicar su superficie marina protegida, siendo un gran avance que fortalece el Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas.

Asimismo, la implementación de dicho sistema (Ley 27.037/14) aporta el marco legal para la creación de AMPs en aguas de jurisdicción del Estado Nacional bajo una visión estratégica común, planificándolas y gestionándolas con coherencia, y la responsabilidad de la Administración de Parques Nacionales. En el caso del Área Marina Protegida Namuncurá – Banco Burdwood I, creada en 2013 (Ley 26875), es la primer AMP oceánica y de jurisdicción nacional.

Argentina triplica la superficie protegida del mar

El inmenso Mar Argentino posee condiciones ecológicas y oceanográficas sobresalientes, una destacada biodiversidad (invertebrados, peces, tortugas, aves y mamíferos marinos), además de brindar bienes y servicios ecosistémicos sobresalientes como producción de alimentos, ciclos de nutrientes, regulación de gases de efecto invernadero, depuración de contaminantes, especies y ambientes naturales de valor turístico, entre otros. Es por ello que resulta prioritario adoptar políticas de estado para conservarlo.

Parques Nacionales Marinos en las aguas australes argentinas cercanas a la Tierra del Fuego.

Yaganes: La riqueza de recursos naturales del Mar Argentino se asocia, en gran medida, a la corriente de Malvinas, cuyas aguas circulan hacia el norte atravesando el mar de los Yaganes. La protección de estas aguas beneficiará a gran cantidad de especies de nuestro Mar, tanto las que dependen del área para su alimentación, como especies avistadas en superficie (pingüinos y mamíferos marinos), y otras que viven en el fondo del mar (esponjas y corales fríos)”.

Se trata de un área de Importancia para la conservación de aves marinas (Albatros Cabeza Gris, Albatros Errante, Petrel Barba Blanca y Pingüino Penacho amarillo entre otras). Además, es un área utilizada para su alimentación por los ejemplares juveniles del Elefante Marino del Sur de Península Valdés y se registra la  presencia de muchas especies de mamíferos marinos como el Delfín Cruzado, Orcas, Cachalotes, Ballenas Sei y Fin, entre otras especies.

Pingüino de Penacho Amarillo (Eudypteschrysocome).

“Namuncurá-Banco Burdwood II: Se extiende hacia el sur del área marina protegida “Namuncurá-Banco Burdwood I”, duplicando su superficie. Permite incorporar un amplio sector del talud que rodea al Banco, donde se  identificaron especies vulnerables, formadoras de ecosistemas. Es un área singular por la riqueza del fondo marino, donde habitan especies de invertebrados, esponjas y corales de aguas frías que forman coloridos “jardines” subacuáticos. Asimismo, es un área relevante para el ciclo de vida de peces de interés comercial, como la merluza de cola, la merluza negra y la polaca, entre otras y es sitio de desove de la sardina fueguina”.

La turbulencia de las aguas produce un intenso ascenso de nutrientes desde las profundidades y constituye la base para una abundante producción de fitoplancton. A su vez, esto posibilita el establecimiento de  una rica biodiversidad en sus aguas y fondos.

Entre las aves que se alimentan allí, se encuentran el albatros de ceja negra, el albatros de cabeza gris, el petrel de mentón blanco, el pingüino de Magallanes, el pingüino de penacho amarillo, el pingüino papúa y el pingüino rey. Entre los mamíferos, se destacan los lobos y elefantes marinos.

Superficie de los nuevos parques marinos en el sur de Argentina.

“Sumado a todo lo expuesto, el Programa Pampa Azul es otro ejemplo de Políticas de Estado que necesitan continuidad, ya que promueven la investigación, el manejo y conservación de la biodiversidad marina.

Las AMPs tienen un importante rol preventivo, particularmente ante el avance de la frontera hidrocarburífera en el mar. No obstante, los impactos potenciales de la actividad hidrocarburífera (prospecciones sísmicas, derrames, etc) no reconocen límites geográficos, por lo que la eficiencia de las AMPs depende de la elaboración de EIA, Planes de Contingencia y Protocolos con los máximos estándares conocidos, con un proceso de mejora continua.

Argentina requiere un Ordenamiento del Mar, donde se implementen de manera sistemática, medidas de prevención y mitigación dentro de una Planificación Estratégica Integral que organice en el tiempo y espacio las diversas actividades extractivas-productivas y de conservación en el Mar Argentino”.

A través del documento Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas: bases para su puesta en funcionamiento (SNAMP-2016), se describen los lineamientos para la política nacional sobre áreas marinas protegidas y presenta sitios relevantes para la biodiversidad del Mar Argentino, potenciales AMPs”.