JUL 2020

Al pie del monte Fuji en Japón, en un predio de 70 hectáreas, Toyota iniciará el año próximo construcción de un revolucionario prototipo de ciudad futurista. El proyecto fue presentado en la feria tecnológica de Las Vegas CES 2020.

La ciudad que estará concluida a fines del 2023 y habitada en 2025, recibirá el nombre de Woven City. Se trata de una ciudad hiperconectada en un ecosistema completamente entrelazado (woven, en inglés significa precisamente trama o tejido).

El gigante automotriz le encargó el diseño de esta ciudad del futuro a Bjarke Ingels, un prestigioso arquitecto danés, autor de notables proyectos como la Lego House, un hito arquitectónico de Dinamarca realizado con la concepción de creatividad e innovación que impuso la marca de juegos y también las sedes de Google, en Mountain View y en Londres.

Ingels, de 45 años, que dirige el estudio de arquitectura BIG Bjarke Ingels Group, considera que Woven City permitirá explorar cómo funciona una ciudad con soluciones de movilidad autónomas, conectadas y sin emisiones.

La ciudad, que estará enmarcada por el paisaje del emblemático y majestuoso Monte Fuji, será una ciudad totalmente sostenible, donde la energía provendrá del sol y del hidrógeno.

Woven City estará concluida a fines del 2023 y habitada en 2025, y será absolutamente sostenible.

Desde su fundación, Toyota siempre ha tenido una especial preocupación por el medio ambiente como parte del bienestar social y ha sido el objetivo constante de sus actividades e investigaciones. Durante años sus Informes anuales sobre Medio Ambiente han sido material de consulta especializada y a partir del 2015 la compañía lanzó el Desafío Medioambiental Toyota 2050Toyota Environmental Challenge 2050–, una serie de ambiciosos objetivos para lograr en las próximas décadas.

Entre ellos, el compromiso de reducir un 90% las emisiones de CO2 en los vehículos nuevos en el año 2050 en relación al 2015 y reducir a cero las emisiones de todas las fábricas.

Toyota, precursora entre las grandes corporaciones por su preocupación ambiental, lanza ahora un experimento extraordinario: una especie de laboratorio urbano o incubadora única en el mundo real dirigida a impulsar el desarrollo de estrategias de movilidad.

Woven City pondrá a prueba en un entorno real, la compatibilidad entre el cuidado del medioambiente, la autonomía, la robótica, la inteligencia artificial y la movilidad personal.

“Construir una ciudad completa desde cero, incluso a pequeña escala como esta, es una oportunidad única para desarrollar tecnologías futuras, incluido un sistema operativo digital”, declaró Akio Toyoda, presidente de Toyota Motor Corporation. Con personas, edificios y vehículos conectados y comunicándose entre sí a través de datos y sensores, podremos probar la tecnología de Inteligencia Artificial… tanto en el ámbito virtual como en el físico… maximizando su potencial”.

La nueva ciudad se desarrollará en el predio de una antigua fábrica en la ciudad de Susono y su infraestructura estará impulsada por hidrógeno. El proyecto se propone un entorno urbano conectado, neutral en carbono y con un nuevo equilibrio entre vehículos, formas alternativas de movilidad, personas y naturaleza.

Utilizará inteligencia artificial, edificios hechos de madera, huertas orgánicas hidropónicas y vehículos autónomos.

En Woven tanto residentes como investigadores podrán poner a prueba, en un entorno a pequeña escala y controlado, cómo funcionaría la combinación entre el máximo cuidado del medioambiente, las tecnologías de movilidad autónoma, inteligencia artificial y robótica. Y desde allí, desarrollar tecnologías del futuro, que potencien la conexión entre las personas, los edificios y los vehículos, en un entorno de  sostenibilidad.

Woven está concebida como una red flexible de calles para conexiones más seguras y amigables para los peatones.

La ciudad-incubadora de Toyota, proyectada por Bjarke Ingels está concebida como una red flexible de calles dedicadas a diversas velocidades de movilidad para conexiones más seguras y amigables para los peatones.

En efecto, el sistema tradicional de calles se rompe y las vías de circulación se dividen en tres: una calle optimizada para vehículos autónomos más rápidos con tráfico logístico debajo. Los ciudadanos de Woven podrán disponer de vehículos autónomos y libres de emisiones para circular libremente por la ciudad. Se trata de la versión E-Palette que Toyota estrenará este año, durante los Juegos Olímpicos de Tokio para trasladar a los atletas y sus equipamientos. El vehículo aúna dos de las tecnologías más avanzadas del mercado: electricidad y conducción completamente autónoma. 

El E-Palette de Toyota es absolutamente autónomo y no tiene volante ni asiento para un conductor.

La Toyota e-Palette –un vehículo multiusos limpio y sin conductor– será utilizado no solo para los servicios de transporte y entrega compartidos, sino para la venta minorista móvil, alimentos, clínicas médicas, restaurantes y espacios de trabajo.

Una segunda vía estará ocupada por distintos tipos de micro movilidad (bicicletas, scooters, i-Walk de Toyota y otros modos de transporte personal). Esa calle compartida permite a los residentes circular a una velocidad reducida con una cantidad creciente de naturaleza y espacio.

Un tercer tipo de calle será una especie de boulevard en medio de la naturaleza, exclusiva para caminantes y destinada a la tranquilidad, el ocio y los paseos. Está concebido como un parque lineal de flora y fauna, un sendero íntimo que se prolonga como corredor ecológico entre el valle de Susono y el Monte Fuji.

Estas tres vías estarán entrelazadas para comprobar la capacidad de adaptación de los coches autónomos a un entorno real.

Como Woven será 100% sostenible, los edificios contarán en sus tejados con placas fotovoltaicas para aprovechar la energía solar que se sumará a la facilitada por el hidrógeno, motor de la ciudad. La edificación dará prioridad al uso de la madera para reducir al mínimo la huella de carbono y se utilizará la carpintería tradicional japonesa, combinada con métodos de producción robóticos.

La infraestructura básica de la ciudad está bajo tierra, fuera de la vista e incluye equipos para generar energía a partir del hidrógeno, sistemas de filtrado y recuperación de agua de lluvia, etc.

La nueva ciudad está organizada en grupos de bloques urbanos de 3×3 como un sistema de trama continúa sin interrupciones en toda la ciudad, que se adapta a una variedad de escalas, programas y áreas al aire libre. Gracias a una distorsión del diseño, se forman una especie de centros vacíos o patios, a los que se accede por algunas de las calles o por el parque lineal.

Los parques de cada barrio, así como el gran parque para la recreación y la plaza central para reuniones sociales han sido diseñados para que la interacción entre ciudadanos resulte fundamental en la experiencia global de Woven. Toyota cree que alentar la conexión humana deberá ser un aspecto igualmente importante de la nueva ciudad.

La naturaleza tiene un rol protagónico en la  ciudad del futuro que proyecta Toyota.

La ciudad estará inmersa en un contexto de vegetación nativa y sistemas hidropónicos para generar alimentos. Esa integración con la naturaleza es considerada un elemento decisivo en las nuevas ciudades para asegurar la salud de los ciudadanos.

En cada uno de los hogares, la inteligencia artificial y la robótica cobrarán especial importancia no solo en la asistencia y ayuda para el desarrollo de las actividades cotidianas sino que utilizarán inteligencia artificial basada en sensores para verificar la salud de los ocupantes. La preocupación de Toyota por el bienestar ya se manifestó en el desarrollo de modelos de autos inteligentes que atienden el humor del conductor y realizan acciones para mejorarlo con música, consejos, colores, etc.

Sus habitantes

Woven City tendrá en principio unos 2.000 habitantes, que surgirán de los propios empleados y trabajadores de Toyota, tanto en activo como ya jubilados, y sus familias. Pero no estará cerrado a ellos. La empresa pretende incorporar comerciantes, técnicos así como científicos e investigadores urbanos que participen y aporten a este ‘laboratorio viviente’.

El número de residentes se irá incrementando a medida que el proyecto evolucione y las autoridades de Toyota han anunciado que invitarán a participar a académicos y científicos de todo el mundo interesados en llevar a cabo sus proyectos en un ecosistema tecnológico y social único en el mundo. A mediano plazo pretenden que sea una experiencia multicultural.

La concepción de “laboratorio viviente” está en el corazón de sus impulsores. “Damos la bienvenida a todos aquellos inspirados para mejorar la forma en que vivimos en el futuro –dijo Akio Toyodapara aprovechar este ecosistema de investigación único y unirnos a nuestra búsqueda para crear una forma de vida y movilidad cada vez mejor para todos”.

Para Bjarke Ingelsun entramado de diferentes tecnologías están comenzando a cambiar radicalmente la forma en que habitamos y navegamos por nuestras ciudades. Las soluciones de movilidad, conectadas, autónomas, libres de emisiones y compartidas están destinadas a desatar un mundo de oportunidades para nuevas formas de vida urbana. Con la amplitud de tecnologías y las industrias a las que hemos podido acceder y colaborar desde el ecosistema de empresas Toyota, creemos que tenemos una oportunidad única para explorar nuevas formas de urbanidad con la Ciudad entretejida que podría allanar nuevos caminos para que otras ciudades exploren”.