Estoy aquí para recordarles las promesas que les ha hecho a sus hijos y nietos. Y decirles que no estamos dispuestos a comprometer los niveles mínimos de seguridad que aún quedan.
Lamentablemente, la crisis climática y ecológica ya no puede resolverse dentro de los sistemas actuales. Según la mejor ciencia disponible actualmente, eso ya no es una opinión; es un hecho.
Debemos tener esto en cuenta ahora que los países, las empresas y los inversores se apresuran a presentar sus nuevos objetivos y compromisos climáticos denominados “ambiciosos”. Cuanto más evitemos esta verdad incómoda y cuanto más pretendamos que podemos resolver la emergencia climática y ecológica sin tratarla como una crisis, más tiempo valioso perderemos. Y este es el tiempo que no tenemos.
Hoy, escuchamos a líderes y naciones de todo el mundo hablar de una “emergencia climática existencial”. Pero en lugar de tomar la acción inmediata que tomaría en cualquier emergencia, establecieron objetivos vagos, insuficientes e hipotéticos hacia el futuro, como “net-zero 2050”. Objetivos basados en lagunas y números incompletos. Objetivos que igual se rinden. Es como despertarse en medio de la noche, ver su casa en llamas y luego decidir esperar 10, 20 o 30 años antes de llamar al departamento de bomberos y etiquetar a los que intentan despertar a la gente como alarmistas.
Entendemos que el mundo es muy complejo y que el cambio no ocurre de la noche a la mañana. Pero ahora has tenido más de tres décadas de bla bla bla. Cuantos más necesitas? Porque a la hora de afrontar la emergencia climática y ecológica, el mundo todavía se encuentra en un estado de total negación. Se niega sistemáticamente la justicia para las personas más afectadas en las zonas más afectadas.
Aunque damos la bienvenida a cada iniciativa climática, las propuestas que se presentan y debaten hoy están muy lejos de ser suficientes. Y el tiempo de “pequeños pasos en la dirección correcta” ya pasó. Si queremos tener al menos una pequeña posibilidad de evitar las peores consecuencias de la crisis climática y ecológica, esto debe cambiar.
Porque todavía dices una cosa y luego haces todo lo contrario. Usted habla de salvar la naturaleza, mientras bloquea políticas de mayor destrucción en las próximas décadas.
Promete no defraudar a las generaciones futuras, mientras crea nuevas lagunas jurídicas, no conecta los puntos, construye sus supuestos “compromisos” sobre las tácticas de trampa que nos metieron en este lío en primer lugar. Si los compromisos de reducir todas nuestras emisiones en un 70, 68 o incluso 55 por ciento para 2030 realmente significaran que apuntan a reducirlas en esas cifras, entonces sería un gran comienzo. Pero lamentablemente ese no es el caso.
Y dado que el nivel de conciencia pública sigue siendo tan bajo, nuestros líderes aún pueden salirse con la suya casi con cualquier cosa. Nadie rinde cuentas. Es como un juego. Quien sea mejor en empaquetar y vender su mensaje, gana.
Tal como está ahora, podemos tener tantas cumbres y reuniones como queramos, pero a menos que tratemos la crisis climática y ecológica como una crisis, no se lograrán cambios suficientes. Lo que necesitamos, para empezar, es implementar presupuestos anuales vinculantes de carbono basados en la mejor ciencia disponible actualmente.