Enfrentan amenazas sin precedentes debido a la actividad humana

07 mar 2021

Naciones Unidas lanzó en febrero pasado, su programa Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible, liderado por la UNESCO, dirigido a impulsar la investigación en ciencias oceánicas.

El Secretario General, António Guterres, advirtió que los océanos enfrentan amenazas sin precedentes debido a la actividad humana. Si no se toman medidas, para 2050 habrá más plástico que peces en el mar, y los arrecifes de coral –que contribuyen a capturan el dióxido de carbono de la atmósfera y reducir las emisiones, entre otras funciones– desaparecerán en este siglo.

Pese a la importancia de los océanos en la regulación de la temperatura mundial y la urgencia de solucionar su actual contaminación, las naciones invierten apenas un 2% de su presupuesto de investigación oceánica.

Es necesaria una mayor y mejor inversión y observación de los océanos.

Audrey Azoulay, directora ejecutiva de UNESCO, que liderará el Programa, coincidió con el Secretario General, al asegurar que la inversión en investigación oceánica es insuficiente: “En promedio, los países invierten menos del 2% de sus presupuestos de investigación en temas del océano. Esto no es suficiente, porque en paralelo, el calentamiento, la acidificación, la desoxigenación y el agotamiento de la biodiversidad están llegando a un punto sin retorno”.

Guterres recordó que “para 2050, puede haber más plástico que peces en el mar. Y todos los arrecifes de coral tropicales del mundo podrían estar muertos a finales de siglo si no actuamos ahora. La protección y la gestión sostenible de los océanos es fundamental para la alimentación, los medios de vida y la mitigación de la alteración del clima y los desastres relacionados”.

Para lograrlo, la ciencia y la investigación son decisivos, pero como avisó el Secretario General, “más del 80% de nuestro océano no está cartografiado ni explorado (pese a lo cual) las ciencias oceánicas representan una cantidad minúscula de financiación. Para restaurar el medio marino, necesitamos conocimientos: una revolución de las ciencias oceánicas.

El programa de Naciones Unidas busca afrontar el desafío de restaurar la capacidad del océano con dos objetivos: regular el clima y alimentar a la humanidad. El resultado de esos esfuerzos debería contribuir a frenar detener la pérdida de biodiversidad y dar cumplimiento al Acuerdo de París y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

ciencia y Desarrollo sostenible del mar

Ya en diciembre de 2017, la ONU había anticipado que a partir de 2021 se iniciaba el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible, con el propósito de establecer un marco común capaz de garantizar que la ciencia apoye plenamente los esfuerzos de los países por alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Durante el lanzamiento del Programa que liderará UNESCO, Azoulay, afirmó que “el desarrollo sostenible no es solo una aspiración a largo plazo, es una necesidad, no solo para el futuro mismo de la humanidad, sino también cada vez más importante para el presente. Para construir un mundo más deseable. Necesitamos comprender mejor y respetar mejor el océano, que contiene el 97% de agua en la tierra y cubre el 71% de la superficie del planeta”.

La Directora de UNESCO recordó que los océanos constituyen un bien humano global, y un activo ecológico global porque los pulmones azules del Planeta absorben más del 90% del exceso de calentamiento del cambio climático.

“Pero sabemos que esta capacidad está llegando a la saturación. El océano es una reserva de biodiversidad excepcional, pero en gran parte desconocida. El océano es también un recurso económico importante que asegura el sustento de más de 3.000 millones de personas en todo el mundo gracias a la pesca, el comercio, el transporte o el turismo”.

Desde Más Azul advertimos (Ver n°7, abril 2020, El enorme desafío de salvar los océanos”) que los océanos han recibido en los últimos 25 años, un calor similar a 3.600 millones de explosiones de bombas atómicas como la de Hiroshima!!!.

No se trata de un error tipográfico. Se trata de la demencial situación actual de los mares del Planeta. Lijing Cheng, profesor del Centro Internacional de Ciencias del Clima y el Medio Ambiente de China y autor principal de esa investigación, lo describe de manera contundente: “La cantidad de calor que hemos puesto en los océanos del mundo en los últimos 25 años equivale a 3.600 millones de explosiones de bombas atómicas de Hiroshima”. En términos técnicos eso es 228.000.000.000.000.000.000.000 Julios de calor. “Son muchos ceros, y para que sea más fácil de entender, lo comparamos con Hiroshima…”.

Karina von Schuckmann y Pierre-Yves Le Traon, dos oceanógrafos de gran prestigio, señalan en otra investigación, que “los cambios en el océano han impactado estos servicios de los ecosistemas (oceánicos) y los han extendido hasta límites insostenibles… La sociedad humana siempre ha dependido de los mares. No lograr un buen estado ambiental para nuestros mares y océanos no es una opción”.

Un océano saludable es crucial para la supervivencia del Planeta y de nosotros en él.

Apelación internacional a las ciencias del mar

Un océano saludable es crucial para la supervivencia del Planeta y de nosotros en él. La Directora de UNESCO indicó que 14 países, que representan más del 40% de las costas del mundo, se han comprometido a una gestión sostenible de los océanos para 2025.

“Se trata de una nueva agenda de acción que podría contribuir a sacar de la pobreza a millones de personas y alcanzar el 20% de nuestros objetivos de reducción de gases de efecto invernadero”.

Para Azoulay así como necesitamos una nueva relación con la biodiversidad terrestre, es necesario reinventar nuestra conexión con los océanos. Ese es uno de los objetivos del ‘Decenio’: “Esta década debe permitirnos revertir el deterioro de la salud de nuestros océanos mediante el desarrollo de conocimientos para brindar un asesoramiento más eficaz y coordinado, apoyando una preservación ética, junto con la agenda 2030, el acuerdo de París y el nuevo marco global de biodiversidad que será adoptado a finales de 2021”.

Desde UNESCO se hace un llamado para que cada instituto de investigación, universidad, fundación, y ciudadanos se unan a un movimiento para recuperar los mares: “Todos estamos en el mismo barco, necesitamos los océanos y el océano nos necesita”.

Las ciencias oceánicas pueden ser determinantes para enfrentar los efectos negativos del cambio climático, la contaminación marina, la acidificación oceánica, la pérdida de especies y la degradación de los ecosistemas marinos y costeros.

Nuevos conocimientos científicos y un incremento de la información generalizada sobre los problemas de los océanos permitirá una acción coordinada para alcanzar el desarrollo sostenible de nuestros mares.

En los últimos 50 años, la ciencia ha tenido importantes avances para comprender y predecir los cambios en el sistema oceánico. El ‘Decenio’ deberá impulsar a nivel científico, el desarrollo de un Atlas digital integral del océano; un Sistema integral de observación del océano para las principales cuencas oceánicas; el entendimiento cuantitativo y cualitativo de los ecosistemas oceánicos y de su funcionamiento como cuencas oceánicas para su gestión y adaptación; un Portal de datos e información oceánica; un Sistema integrado de alerta contra amenazas múltiples; un Observatorio del sistema oceánico y su valoración económica; y el desarrollo de capacidades y transferencia acelerada de tecnología, formación, educación y cultura oceánica.

El nuevo Programa de Naciones Unidas permitirá la movilización de nuevos recursos para la innovación tecnológica dirigidos –como describe Naciones Unidas– a lograr océanos que sean:

limpios (donde se identifiquen y eliminen las fuentes de contaminación); seguros (donde las personas estén protegidas de los peligros naturales relacionados con el océano; saludables y resilientes (en los que se cartografíen y se protejan los ecosistemas marinos); productivos (donde se explote de forma sostenible garantizando la provisión de alimentos); predecibles (donde la sociedad tenga la posibilidad de entender las condiciones oceánicas actuales y futuras); y transparentes (con acceso abierto a datos, información y tecnologías).

Quizás deberíamos recordar la urgencia de un Tratado Internacional que permita un control jurisdiccional sobre las “aguas internacionales” que hoy son el ‘Far West” del mar.

Monitorear “nuestros océanos y mares para apoyar el desarrollo de la economía azul” - Pierre-Yves Le Traon.

Como advierte Pierre-Yves Le Traon “los océanos brindan servicios esenciales a la sociedad. Regulan el clima, proporcionan alimentos y energía, y muchas actividades económicas dependen de nuestros mares y océanos. Pero nuestros océanos y ecosistemas marinos están amenazados. Se ven afectados por los efectos del cambio climático, como el calentamiento, el aumento del nivel del mar, la acidificación y el agotamiento del oxígeno, así como por otras presiones inducidas por el hombre, como la contaminación, la pesca y la extracción de recursos”

Tenemos una década o poco más para enfrentar y frenar las consecuencias de dos siglos de un modelo irracional de producción y consumo. En ese contexto, como explica el científico francés “Más que nunca, existe la necesidad de observar y monitorear continuamente los océanos. Esto es imperativo para comprender y predecir la evolución de nuestro tiempo y clima. Las observaciones también son esenciales para una gestión mejor y sostenible de nuestros océanos y mares para apoyar el desarrollo de la economía azul”.