5 jun 2022

Por la creciente demanda de tierras raras y su importancia estratégica, China que es el mayor productor mundial, se plantea la posibilidad de dejar de exportarlas. Dos factores están empujando esa decisión: la creciente demanda interna y una manifiesta escasez de la oferta mundial.

Su uso en la fabricación de tecnología y armamento de avanzada les otorga una gran importancia estratégica

Bajo el nombre genérico de tierras raras se conocen una serie de 17 elementos químicos: los 15 pertenecientes al grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio) mas el escandio y el itrio.

Se las llama “tierras” que es la forma antigua de denominar a los óxidos y “raras” no porque sean escasas sino porque no es común encontrarlas en una forma pura, aunque algunos sí son metales de transición escasos en la naturaleza.

Desde equipos médicos, ordenadores y teléfonos móviles, coches y motores eléctricos, armamento, etc. necesitan de estos elementos para su fabricación, en especial por sus elevadas capacidades magnéticas. El iterbio y el terbio, por ejemplo, debido a su alta conductividad eléctrica, permiten un mayor almacenaje y hacen posible que los dispositivos electrónicos tengan un tamaño cada vez más reducido.

Industrias fundamentales para el futuro de la humanidad como las de las energías renovables dependen de las “tierras raras”. La infraestructura de los aerogeneradores sería inviable si sus motores no tuvieran estos materiales. Las tierras raras se emplean en una serie de aplicaciones como los imanes permanentes utilizados tanto en los vehículos eléctricos como en los dispositivos de energía renovable, básicos en el proceso de transición energética hacia la total descarbonización.

Su consumo actual se ha duplicado en 20 años. La demanda mundial se incrementó por su utilización intensiva en la fabricación de productos tecnológicos y armamento de avanzada. Hoy las “tierras raras” son imprescindibles en la guerra tecnológica, lo que les otorga una gran importancia geopolítica.

China lidera el mercado

En el sector de las “tierras raras”, China no solo es el mayor productor mundial (120.000 toneladas o más del 70% del volumen global) sino que posee las mayores reservas, con unos 44 millones de toneladas (casi el 40% de las reservas mundiales), según informes del Servicio Geológico de EEUU.

Aunque otros países como Brasil, Vietnam, Rusia e India poseen importantes reservas, China tiene otra ventaja estratégica ya que lidera también el procesamiento industrial de las “tierras raras” que tiene un alto valor comercial. Más del 80% de la producción global procede de China. Un ejemplo lo constituye la Unión Europea que ha intentado dejar de depender de las “tierras raras” chinas, que le proveen el 98% de sus necesidades. La UE se planteó en 2020 alcanzar el autoabastecimiento reciclando productos fabricados con estos elementos, pero el alto coste de ese proceso no parece hacerlo factible.

Además el coste de extraer las tierras raras es muy alto y complejo ya que al no estar en estado puro en la naturaleza, pueden estar contaminados por elementos radioactivos como el uranio, con riesgos para su extracción y el medioambiente.

Esta infografía muestra la producción mineral de tierras raras por países (en toneladas) - Gentileza de Statista.

Tierras de tensión entre China-EEUU

Las “tierras raras” están en el centro de la tensa relación sino-estadounidense, en tanto armas y otros aparatos tecnológicos de avanzada dependen de estos materiales. Por eso, la amenaza china de restringir las exportaciones de tierras raras enciende alarmas en Washington. Un informe reciente de la consultora canadiense de metales y minerales estratégicos, Adamas Intelligence, señala que la falta de nuevas fuentes de suministro primario y secundario de óxidos de tierras raras en el mercado a partir de este año, junto con la incapacidad de los productores existentes para aumentar su producción, va a crear una importante escasez de óxido de neodimio-praseodimio (NdPr) para 2035.

“China, el mayor productor mundial de óxidos magnéticos de tierras raras –afirma Ryan Castilloux, fundador de Adamaspodría dejar de exportar este grupo de minerales en la próxima década debido al aumento de la demanda interna y a la escasez de la oferta mundial”.

El estudio explica el contexto de la decisión de China: “Si consideramos que China es responsable de cerca del 90% de la producción mundial de neoimanes hoy en día y que el 70% de la demanda de esos imanes existe en China, y luego consideramos… que alrededor de un tercio del mercado estará insatisfecho para 2035, podemos empezar a explicarnos a que se va a enfrentar China”.

Castilloux es claro: “¿Venden imanes al mercado nacional para que sus fabricantes de automóviles puedan crear sus vehículos eléctricos… o simplemente exportan los imanes a un fabricante de neveras en Nebraska o Turquía? Creo que la decisión está clara”.

Para 2035, Adamas espera que la producción de tierras raras se duplique y añada unas 300.000 toneladas, en comparación con 2021. Pero eso aún no sería suficiente para seguir el ritmo del crecimiento anual de la demanda, que es del 8 al 10%. “El año pasado, la producción mundial fue de unas 250.000 toneladas más o menos… estamos buscando hacer el trabajo de un siglo en 12 años, lo cual es formidable, pero todavía no será suficiente para satisfacer la triplicación de la demanda” explica Castilloux.

China monopoliza todas las 'tierras raras', esenciales para la tecnología.

Es en EEUU donde esa situación despierta especial preocupación. En la primera mitad de 2021 debió importar 316.108 toneladas de minerales críticos. Si bien la mayoría de los minerales críticos importados provino de Sudáfrica con un 41,4% y solo un 8% de China, la directora de estrategia de minerales críticos de Securing America’s Future Energy Abigail Wulf, advierte que EEUU depende al 100% de las importaciones de 13 de los 35 minerales críticos y que si bien se abastece de diferentes países (Gabón, México, Japón, Sudáfrica, Australia) “dependemos sobre todo China, para varios de esos recursos minerales críticos”.

La hegemonía de China en el mercado de las tierras raras no solo se explica por la riqueza de sus reservas sino por la eficiencia de sus procesos de extracción y elaboración a menor coste. Además para asegurarse una provisión sostenida y no perder su actual dominio ha puesto en marcha la búsqueda de minas fuera de su territorio como sucede con Kvanefjeld (en Groenlandia) donde en colaboración con una empresa australiana avanza en la explotación de uno de los depósitos de tierras raras más ricos del mundo.

Esos recursos de Groenlandia también despertaron el interés de Washington pero la torpeza diplomática de Donald Trump, que planteó en 2019, la compra ese territorio autónomo que pertenece a Dinamarca, frustró la operación. EEUU solo tiene hoy una mina activa, Mountain Pass (California) que fue en los ’80 la mayor productora del mundo. En la actualidad tiene tales dificultades en la extracción y sus costes son tan altos, que lo que consigue extraer lo envía a China para su procesamiento.

Consciente de la trascendencia estratégica de las “tierras raras” y su dependencia de China, en busca de alguna alternativa, la Casa Blanca cerró en 2019 un acuerdo con Australia, que es el sexto poseedor de reservas, para desarrollar una planta de procesamiento.

Lo cierto es que el protagonismo de las “tierras raras” en la escena estratégica mundial y en el proceso de descarbonización que requiere la lucha climática, cobra cada vez más relevancia, en tanto constituyen recursos imprescindibles para cambiar el mundo.