Peligra toda la red alimentaria marina

05 jun 2022

Una investigación de PML (Reino Unido) con la colaboración internacional del Instituto Alfred Wegener (Alemania), haciendo un uso innovador de la inteligencia artificial (IA) revela la extensión de los microplásticos en el zooplancton del Ártico.

Hasta el Ártico están llegando los microplásticos provenientes de ríos europeos.

El reciente estudio publicado en abril 2022 por Science (“Microplastic ingestion in zooplankton from the Fram Strait in the Arctic”, Botterell, Z; Bergmann, M; Lindeque, P, y ots) advierte sobre el peligroso alcance y la escala del problema de los plásticos que enfrenta el medio ambiente marino. (Ver en este mismo número “Mejillones para terminar con los microplásticos del mar”)

Muestras recolectadas en el Estrecho de Fram, que se encuentra entre Groenlandia y Svalbard, durante los veranos boreales del ciclo 2018-2019 por la científica Dra. Zara Botterell, investigadora de la Universidad de Essex, con base permanente en el Laboratorio Marino de Plymouth, revelan algunas de las concentraciones más altas de microplásticos en ambientes marinos en el Planeta.

La región investigada sustenta un ecosistema diverso que depende de altas concentraciones de zooplancton en la base de la red alimentaria. Utilizando inteligencia artificial (IA) de una forma novedosa para identificar microplásticos ingeridos por varias especies de zooplancton del Ártico (escaneo avanzado y un método automatizado de identificación de microplásticos) los estudios de la Dra. Botterell y el resto de los científicos involucrados, mostraron que las cinco especies de zooplancton ártico investigadas habían ingerido microplásticos.

De esas especies, los anfípodos que se encuentran en aguas superficiales o estrechamente asociadas con el hielo marino, habían ingerido una cantidad significativamente mayor de microplásticos por individuo que los copépodos con la mayoría de los fragmentos de microplásticos por debajo de los 50 μm (micrómetros). Un micrómetro equivale a una milésima parte de un milímetro y su símbolo es µm.

Esos fragmentos diminutos pertenecían a diversos tipos de polímeros diferentes y fibras celulósicas antropogénicas. Los microplásticos que se encontraron ingeridos por el zooplancton eran significativamente más pequeños, lo que indica que el zooplancton estaba absorbiendo los microplásticos de menor tamaño.

Los microplásticos en el zooplancton tienen efectos negativos sobre la red alimentaria marina el crecimiento, el desarrollo y la fecundidad.

Los altos niveles de ingestión de microplásticos en el zooplancton tienen efectos negativos sobre el crecimiento, el desarrollo y la fecundidad. Teniendo en cuenta que el zooplancton del Ártico solo tiene una breve ventana de productividad biológica, cualquier efecto negativo podría tener amplias consecuencias sobre la red alimentaria marina.

A medida que el consumo global de plástico continúa aumentando y el cambio climático continúa reduciendo la capa de hielo marino, liberando microplásticos adheridos al hielo y dejando áreas libres de hielo abiertas a la explotación, el Ártico podría estar expuesto a una mayor contaminación plástica que podría ejercer una presión adicional sobre este frágil ecosistema.

Además, a medida que el consumo global de plástico continúa aumentando y el cambio climático continúa reduciendo la capa de hielo marino, liberando microplásticos adheridos al hielo y dejando áreas libres de hielo abiertas a la explotación, el Ártico podría estar expuesto a una contaminación plástica exponencial, lo que ejercería una presión adicional sobre este frágil ecosistema.

El trabajo de investigación de la Dra. Botterell, que constituye su proyecto de doctorado, tiene como objetivo comprender los factores detrás de la ingestión de microplásticos: “Es un paso importante para comprender el umbral de riesgo para una especie, una población y un ecosistema. A medida que el Ártico continúa calentándose debido al cambio climático, se liberarán cantidades cada vez mayores de microplásticos adheridos al hielo y las áreas sin hielo estarán abiertas a una mayor contaminación plástica. Sabemos que los microplásticos tienen efectos perjudiciales sobre el zooplancton, que forma la base de la cadena alimentaria marina. El uso de técnicas de IA para identificar su presencia en las muestras que investigué ha permitido aún más claridad sobre la escala del problema de los plásticos”.

En sus conclusiones, el equipo de científicos involucrados en esta investigación son contundentes sobre las amenazas sobre el ecosistema marino: “La producción mundial de plástico continúa creciendo y el aumento de la producción conduce a un aumento de las fugas de plástico al medio ambiente más allá de los límites planetarios seguros, con más microplásticos debido a la creciente fragmentación del plástico heredado que ya está en el medio ambiente. Posteriormente, esto conduce al inevitable aumento de la contaminación plástica en el Ártico, lo que exacerba la presión del cambio climático sobre un ecosistema ya vulnerable. Se necesita una acción global para reducir la fuga de contaminación plástica al medio ambiente”.

Los microplásticos han sido detectados en la sal de mesa comercial, en el 90% del agua embotellada y en el 83% de la red domiciliaria. “O nos divorciamos del plástico, o nos olvidamos del planeta”, alerta Naciones Unidas.

“El mundo necesita urgentemente repensar la manera en que se manufactura, se usa y se maneja el plástico” insiste desde 2018 el Secretario General de la ONU. Es que la situación se torna incontenible: “Cinco billones de bolsas de plástico se utilizan cada año y un millón de botellas de plástico son compradas cada minuto. Casi 70% o más van al medio ambiente o a vertederos y más de 13 millones llegan al mar cada año”, recuerdan desde PNUMA.

El plástico, que ya ha ahogado a nuestros océanos, terminará por asfixiarnos a todos si no actuamos rápidamente. Pese a las voces timoratas, es necesario que los gobiernos asuman la decisión de prohibir la fabricación de bolsas y envases de plástico, establezcan fuertes sanciones a la producción de desperdicios plásticos y promulguen medidas de estímulo hacia un modelo más circular de diseño y producción favoreciendo además el desarrollo de ideas innovadoras que permitan sustituirlo. Un ejemplo es el de un grupo de mujeres de la India que han desarrollado platos comestibles sobre la base de pastas de cereales, que pueden comerse y son degradables.