Europa planea llevar al espacio los centros de datos de la Tierra 

10 ene 2023

El problema no es nuevo. El incremento exponencial del número de dispositivos conectados en el mundo podría alcanzar, según las estimaciones de los expertos, a los 50.000 millones este año. Ese aumento de aparatos conectados implica la multiplicación de los datos acumulados, que necesitan data centers cada vez más grandes donde almacenarse.

El data center de Mobile en Harbin, China, con más de 2 millones m2 es uno de los más grandes del mundo.

Ese crecimiento del volumen de información generó en los últimos años dos problemas conexos: un mayor número de centros de almacenamiento y un gigantesco consumo de energía, al punto de generar emisiones de CO2 equivalentes a la industria aeronáutica (en 2020 más del 2% de la electricidad mundial que podría ascender al 6% en 2025).

Reducir la huella medioambiental de estos data centers constituye un enorme desafío. Desde Synergy Research Group advierten que estas verdaderas “fábricas de la era digital” se multiplican por millones en el mundo y sólo las de hiperescala superan las 500.

El enorme consumo de energía no se debe solo a su utilización en TI (servidores, redes y almacenamiento suponen el 60% del consumo de electricidad de los data centers) sino a su necesidad de refrigeración para los equipos (40% restante). 

Para atacar este segundo problema, las grandes empresas del sector han optado por localizar sus centros en áreas de bajas temperaturas para refrigerarlos con el menor consumo de energía posible.  A mediados de 2018, Microsoft inició su Proyect Natick, para implementar centros de datos submarinos en todo el mundo y puso en marcha un data center de gran tamaño en el Mar del Norte con energía renovable, con 864 servidores debajo del mar. Y más tarde, inauguró otro centro en una mina reconvertida (Lefdal Mine) cuyos servidores se refrigeran con el agua casi helada de los fiordos noruegos. 

En Suecia, la compañía puso en marcha en 2019 nuevos data centers con utilización de energía renovable, buscando alimentarlos con un 60% de energía limpia, el objetivo de alcanzar un 70% para el año 2023 y un 100% cinco años después.

En Google-Alphabet informan que han logrado reducir a un 11% la energía operativa y que sus centros de datos son ya dos veces más eficientes energéticamente que lo habitual, logrando entregar siete veces más potencia informática con la misma cantidad de energía eléctrica. Las autoridades del buscador más famoso del mundo sostienen que han logrado ser 100% sostenibles en sus 19 centros de datos que se reparten por todo el globo, la mayoría de los cuales también se ubican en territorios nórdicos, como sucede con el centro Hamina (Finlandia), una antigua fábrica de papel que usa agua de mar de ese país para refrigerar sus servidores y reducir el consumo energético. 

Adelantándose a todos, Facebook estableció hace 10 años un enorme centro en la localidad sueca de Lulea, a poco más de 100 kms del Círculo Polar Ártico, que permite por sus bajas temperaturas reducir un 40% la energía de otros centros de datos. 

Por su parte, desde Amazon sostienen que, en el marco de su compromiso de utilizar a largo plazo energía 100% renovable, las empresas que se trasladan a su nube desde la infraestructura local, reducen las emisiones de carbono en un 88%, ya que aprovechan su energía solar y eólica que es un 28% más limpia en la nube de AWS en comparación con sus propios centros de datos.  Asimismo Apple confirma que desde 2018, el 100% de la energía utilizada en sus instalaciones proviene de fuentes renovables incluyendo no solo sus centros de datos en todo el mundo sino sus oficinas y puntos de venta minorista.

Centro de datos de Facebook en Lulea (Suecia) a 100 kms. del Círculo Polar Ártico.

Países nórdicos como Dinamarca, Finlandia, Noruega o Suecia han recibido en los últimos años una verdadera catarata de inversiones de grandes corporaciones que supera los u$s 4.000 millones, buscando aprovechar sus frías localizaciones para abrir nuevos centros de datos. En la actualidad, ya alojan la mitad de la infraestructura mundial de las empresas tecnológicas, un fenómeno que no tiene ninguna otra región del mundo. A ello contribuye no solo las bajas temperaturas, sino una energía barata (y en gran medida renovable) y un contexto económico favorable.

Europa quiere ir más lejos

Europa estudia la posibilidad de instalar centros de datos en el espacio. El proyecto pretende reducir la huella de carbono que produce el mantenimiento de los data center en la Tierra para cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo.

Para ello, ha firmado un convenio con Thales Alenia Space para estudiar la viabilidad de llevar al espacio estaciones con centros de datos alimentados con energía solar. Este proyecto –parte de las estrategias del Pacto Verde de la UE– tiene el objetivo de disminuir la huella y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.

La empresa aeroespacial Thales Alenia Space espera utilizar la energía generada fuera de la atmósfera terrestre y establecer conexiones de internet de alta velocidad con la Tierra a través de tecnologías de comunicación óptica. La viabilidad del proyecto deberá demostrar que las emisiones de carbono de las fases de producción y lanzamiento son inferiores a las emisiones que producen los data center en la Tierra y a la vez verificar que su puesta en marcha permita desplegar y operar los centros de datos espaciales, usando tecnologías de asistencia en órbita robotizada desarrolladas por Europa.

La Nube Espacial Europea busca cero emisiones y soberanía de datos hoy en manos estadounidenses.

Para reducir la huella de carbono, el proyecto ASCEND (‘Advanced Space Cloud for European Net zero Emission and Data sovereignty’) tiene como objetivo no solo desarrollar estaciones orbitales alimentadas por energía proveniente de centrales solares con centenares de megavatios, sino como su propio nombre indica, lograr una Nube Espacial Europea para Redes de Cero Emisiones y Soberanía de Datos.

Thales a tal fin colaborará con otras empresas como Orange, CloudFerro y Hewlett Packard Bélgica (servicios en la nube), Carbone 4 y VITO (medio ambiente), DLR Centro de investigación aeroespacial alemán y Airbus Defence and Space (sistemas orbitales) y ArianeGroup (lanzadores).

Lo cierto es que el aumento exponencial de los dispositivos conectados en el mundo obliga a intentar llevar fuera de la Tierra esos enormes centros de procesamiento y almacenamiento, para mitigar el consumo energético y la contaminación

La Comunidad Europea, con el proyecto de colocar data centers en el espacio, espera poder utilizar energía generada en el espacio, fuera de la atmósfera terrestre y establecer conexiones de Internet de alta velocidad con la Tierra a través de tecnologías de comunicación avanzadas.