En un nuevo estudio, mis colegas y yo utilizamos una definición diferente de ecosistemas intactos que considera si todas las especies que se sabe que han ocurrido en un área todavía están presentes y si son lo suficientemente abundantes para desempeñar sus funciones ecológicas, como los principales depredadores o las semillo-dispersores. Establecimos el punto de referencia en el 1500 d.C., lo que significa que solo las partes del mundo que están tan ecológicamente intactas como hace 500 años, con el mismo complemento de especies en niveles similares de abundancia, podrían considerarse áreas silvestres.
Descubrimos que solo el 2,8% de la superficie terrestre del Planeta se ajusta a esta descripción. Estos parches, cada 10.000 kilómetros cuadrados o más, se encuentran dispersos en varios lugares del mundo. Incluyen el Parque Nacional Nouabale-Ndoki en el Congo, el Serengeti-Ngorongoro en Tanzania, el territorio indígena Alto Río Negro en la selva amazónica, la Gran Polynya Siberiana en el norte de Rusia y el Parque Nacional Kawésqar en el sur de Chile. Estos son lugares muy raros y especiales que deben conservarse, pero solo el 11% de ellos se encuentran dentro de un área protegida.
La década de la restauración
Solo una pequeña fracción de los ecosistemas terrestres de la Tierra está tan intacta como hace 500 años. ¿Qué se necesitaría para restaurarlos?
Claramente, donde una especie se ha extinguido, la naturaleza salvaje original no puede revivirse. Pero donde las especies han sido erradicadas localmente pero sobreviven en otros lugares, existe la esperanza de restaurar la integridad de un ecosistema mediante la reintroducción de especies. Esto requerirá un compromiso significativo por parte de los gobiernos y los organismos multinacionales, ya que la reintroducción puede ser costosa y difícil. Las amenazas originales a la vida silvestre deben eliminarse para garantizar el éxito.
Pero predecimos que los ecosistemas con comunidades de vida silvestre en niveles históricos de abundancia y actividad podrían restaurarse en hasta el 20% de la tierra de la Tierra. Centrándonos en áreas del mundo donde el hábitat parece intacto a partir de imágenes de satélite, identificamos lugares donde se han perdido cinco o menos especies de animales grandes y donde podría ser factible devolverlas.
Por ejemplo, algunas áreas protegidas en la cuenca del Congo han perdido elefantes del bosque, pero estas áreas todavía son lo suficientemente grandes y remotas y con mucho hábitat intacto para sustentar a esta especie. La reintroducción de elefantes aquí podría tener éxito si se puede controlar la caza.